*JUAN MARTORANO.
La República Bolivariana de Venezuela, su Revolución, están bajo ataque, eso nadie puede dudarlo, y en estos momentos de 2015, vemos como la siembra de tempestades durante 16 años de Revolución hecha gobierno, 14 con Chávez y 2 casi con Maduro, pareciera que ha empezado a calar dentro de nuestro pueblo.
La única estrategia que le ha quedado a la derecha es buscar la tan ansiada “pelea de perros”, para que de manera cobarde se dé el enfrentamiento de pueblo contra pueblo. Por eso algunos hechos de violencia que se han suscitado en algunos establecimientos de distribución de alimentos y otros.
A algunos venezolanos y venezolanas les han metido en la cabeza que están en una especie de gesta heroica para salir de este “régimen que cercena su libertad y su democracia”. Tratan de expresar y de venderles “la idea de lo que pueden hacer con los medios que tienen a su alcance para participar en la batalla final contra la camarilla usurpadora de la Revolución Bolivariana”. Esto es parte del pensamiento de la derecha, calcándose de manuales de desestabilización implementados en otros países. Como saben que la vía del golpe de estado tradicional o el “paro” no les resultaría, deben atacar la infraestructura económica esencial por la que funciona cualquier gobierno. Consideran que dicha infraestructura es fácil de trastornar y de paralizar cuando ellos lo estimen conveniente, sin valerse de ningún tipo de armamentos ni equipos costosos y avanzados y sólo invirtiendo una proporción pequeña de recursos y tiempo.
Por ejemplo, en Nicaragua, hay un manual en el que se explica cómo a través de sutiles técnicas de sabotaje aplicadas en su mayoría con simples herramientas caseras como tijeras, botellas vacías, destornilladores, fósforos. Resultan además sumamente seguras para quien las aplica, pues no exigen equipos, adiestramiento o actividades especializadas que puedan llamar la atención. Un solo combatiente podría aplicar muchas de ellas sin tener que recurrir a colaboradores ni trazar un plan muy detallado con anticipación. Son más bien golpes de mano que pueden consumarse de manera prácticamente imprevista cada vez que se presente la ocasión.
Pretenden ir a un proceso de acumulación y articulación de las fuerzas para sus acciones de sabotaje. Pero esto lo hacen con la debida cautela y sólo cuando la tarea entre manos exige que otra persona o personas participen en una acción determinada y que tengan por tanto conocimiento de ella.
Por ejemplo, y esto se aplico en la Nicaragua Sandinista de 1979 a 1989, cuando no se efectuaban las tareas demantenimiento de vehículos y máquinas, se escondían o dañaban las herramientas o arrojándolas por las alcantarillas.
Otra modalidad, muy aplicada y común en muchas de nuestras instituciones por cierto, cuando algunos funcionarios o funcionarias llegan tarde al trabajo, demora en el cumplimiento de sus tareas o se declaran enfermos o enfermas para no ir a trabajar.
También se deja grifos de agua abiertos, acaparar y robar los alimentos que proporciona el Gobierno, dejar abiertos los corrales del Estado y diseminar toda clase de rumores. Cualquier parecido con lo que en estos momentos ocurre en Venezuela no es pura coincidencia.
Con respecto a estas últimas mencionadas, quiero referirme a unos ítems formulados por el Dr Erick Rodríguez, especialista en comportamiento humano, que al respecto señala lo siguiente:
1.- Los que controlan buscan presionar al Gobierno para que éste libere los precios de los productos regulados, precios que imponen indirectamente, porque los suben mensualmente.
2.- Si el gobierno no accede a esta demanda, entonces crean “el desabastecimiento”, para crear un efecto psicológico, el cual están logrando.
3.- Con esto, al ver que no tienes un determinado producto, caes en NEUROSIS, o bien fóbica (“yo compro, por si se acaba”), o histérica (“yo prefiero tener llena la alacena”), o de angustia (“bueno, a mi no me importa al precio que le coloquen, yo lo compro”) ¿A qué juegan? Al MIEDO.
4.- ANSA (Asociación Nacional de Supermercados y Abastos, que controla el 80% de la distribución de los alimentos, te falta el azúcar, pero no el refresco, estrategias intermitentes, ZONALES, para no conseguir productos constantemente, dirigen la falla a los productos esenciales, PRIORITARIOS, pero no a los complementarios) Consecomercio (de alguna manera) han dirigido una campaña para desestabilizar, romper la fe, para generar alarma, zozobra, desasosiego. Sin entras en desasosiego, entras en ansiedad, y si entras en ansiedad, TE CONFUNDES.
5.- El gobierno puede estar ganando una batalla en el reabastecimiento, pero podríamos perder la batalla en la cola: Las colas son un instrumento de guerra que se ha creado para provocar la neurosis; la hemos categorizado como RISTRATIMIA (a la gente que no le importa que se vende en la cola, COMPRA LO QUE SEA; POR LO QUE SEA, NO LE IMPORTA, es una situación de histeria, descompone la estructura EMOCIONAL del ser humano, crea DESCONFIANZA).
6.- Si te crean desconfianza, te crean decepción, o te desilusionas, o TE DESMOVILIZAS. NO buscan que los chavistas se pasen a la oposición, buscan que SE ABSTENGAN, y no vayan a a votar (porque el gobierno “no tiene autoridad”).
7.- Es necesario INFORMAR sobre todo esto (aunque algunos inocentes se piquen por estas verdades: No falta el yogurt, pero sí la leche, PUNTO).
Por el día de hoy, culmino estas líneas, pero pendiente con las que vienen.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http:// juanmartorano.blogspot. com /http://juanmartorano. wordpre ss.com/ .jmartoranoster@g mail .com ,j_martorano@hotmail.com ,juan _ martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).