El Estado, en España, es ya un monstruo que devora a sus ciudadanos, que ven como sus dirigentes no reparan en gastos, despilfarros, lujos y privilegios, mientras a los demás nos toca apretarnos el cinturón.
Cuando todo lo que se nos ofrece a cambio es corrupción, robos, saqueos al erario, expolio, sobresueldos, comisiones, duplicidad de administraciones para colocar a los amigos, exceso de personal e impunidad, al ciudadano solo le queda poner a salvo su dinero de esta banda organizada de chorizos.
Se ha instalado en la sociedad española, que está siendo corrompida por los políticos a marchas forzadas, que "el que no roba es tonto" y ya nadie se sorprende de que los telediarios estén llenos de noticias sobre concejales, cargos intermedios y amigos de los políticos que son procesados por estafas y robos de fondos públicos.
El gobierno de Pedro Sánchez está batiendo todos los records y está logrando que la corrupción forme parte del paisaje.
Mientras los dueños del Estado aprueban leyes totalitarias que les permiten hasta registrar las cajas que los ciudadanos tienen contratadas en los bancos, esas leyes apenas de aplican cuando el ladrón tiene carné de partido. La lucha contra la corrupción es una pantomima porque en la practica, el robo en España es casi impune, cuando el autor forma parte del poder.
La gente ya ni se cabrea ante la lluvia de comisiones ilegales, concursos amañados, impuestos abusivos, subvenciones a los amigos y un largo etcétera que destila podredumbre, abuso de poder y suciedad, nunca antes vistos en España, ni siquiera en los tiempos corruptos del siglo XIX.
España ha construido un infierno fscal, pero esa infierno sólo abre sus puertas al simple ciudadano, a los autónomos y a los empresarios medianos y pequeños. El resto, sobre todo los politicos con poder, se escapan de ese infierno, creado para imbéciles y desprotegdos sin carné de partido.
La política fiscal se ejerce contra los que no están protegidos con una crueldad digna de la Edad Media. Solo nos falta el derecho de pernada. Nos desangran, nos expolian, nos saquean y encima, si no cumples, te acusan de insolidario.
Mientras tanto, en ese otro mundo donde se vive en la impunidad política y sindical, si te trincan tienes a tu partido detrás, a los medios de comunicación corrompidos y comprados defendiéndote y al club de fans esperándote en la puerta del juzgado, dándote ánimos por la injusticia que te hacen.
Lo único que ha cambiado es que el gobierno ya no habla de fiscalidad y se limita a subir impuestos y a crear otros nuevos sin publicidad, para no perder popularidad y votos. La recaudación en España es record, gracias a la inflación y a los precios de los combustibles, más de la mitad de los cuales están formados por impuestos para el fobierno.
La frase circula por las tierras de España cargada de razón: "Ya no necesito hacer el amor, el gobierno me jode a diario".
Francisco Rubiales