El estilo narrativo es ágil y hace que la novela se lea con buen ritmo. Lehane, a pesar de dar vida a personajes ciertamente peculiares, no se caracteriza por profundizar en su psicología o personalidad. Tampoco es un autor con un humor cáustico y mordaz. Todo su esfuerzo se centra en la historia en sí, que está francamente bien concebida y que de forma constante sufre bruscos cambios de rumbo que el lector acepta de forma natural. Se agradece leer un novela que relata una historia tan trabajada, que no nos deja ni un momento de descanso y que no para de sorprendernos con los giros que va tomando. Esta es la primera novela que leo de Dennis Lehane, pero sólo por ver si otras obras suyas son similares, pronto me veréis con otro de sus libros en las manos.
La mención culinaria la sacamos del capítulo 7 que empieza con nuestros protagonista cenando en el Ashmont Grille, un restaurante que hace, según Patrick, comida como la que hacía su madre, y menciona platos como el pastel de carne, con puré de patatas y un montón de salsa, la que los ingleses llaman “gravy”, y que suele cocinarse para acompañar carnes y purés a veces un poco secos. En Cocinista nos gusta hacer las cosas nosotros mismos pero a veces no tenemos tiempo o simplemente no tenemos la receta. Por eso también os proponemos salsas ya hechas, como esta o esta de la marca Colman’s, muy famosas en Inglaterra. Os hará falta carne de vacuno, unas verduras y el resto lo pone Colman’s.