Viernes en blanco. Esta vez
nos vamos de boda a Burgos con Cris y César. La boda fue religiosa, en la iglesia del Hospital del Rey, y el banquete muy cerca de allí, en una casona antigua con un jardín enorme, donde pusieron una carpa.
Los novios fueron los encargados de hacer muchas de las cosas de la decoración: Cris bordó la fecha a punto de cruz en los saquitos del arroz, y juntos hicieron las minutas del menú, la pizarra con los nombres de cada mesa o el cartel de madera de bienvenida. Otro detalle de la decoración fue la figura de novios hechos a ganchillo que les regaló su amiga Araceli y que les encantó.
Además, en casi todos los
detalles de la boda aparece un sello reproducción de la medalla que César le regaló a Cris cuando le pidió matrimonio, una medalla que su abuelo le había regalado a su abuela y que esconde una historia muy especial…
En cuanto al
vestido de novia, Cris lo eligió en Rosa Clará, que nunca falla, después de probarse unos 20 en distintas tiendas. Un vestido sencillo y nada pomposo al que añadió un toque original con el tocado que le hicieron en
Lliso. Cris se decantó por este
tocado de novia porque quería llevar el pelo suelto y porque se enamoró del aire retro que le daba la redecilla.
Como curiosidad Cris nos ha contado que llevó dos ligas porque ambas eran muy especiales. Una de ellas se la habían regalado sus amigas en la
despedida de soltera en
Munich. La otra se la dio otra amiga muy especial que se había casado el año anterior. Así que no dudó en ningún momento en llevar las dos.
En cuanto a las
joyas, los padres de Cris le regalaron los
pendientes de corte antiguo a elección de su madre. Además, Cris quiso llevar en su boda algo de su suegra y le pidió prestado un espectacular anillo que finalmente le regaló. La verdad es que no hay nada como
heredar joyas…
El ramo y la decoración floral, tanto de la iglesia como de la casona, corrió a cargo de Flores Julia (Burgos). Cris se fió de ella porque sabía las flores que le gustaban y fue todo un acierto.
No nos podemos olvidar del
traje del novio, de García Madrid. César sabía lo que quería, fue a tiro hecho y no tuvo dudas. En lugar de corbata eligió una
pajarita azul que en palabras de Cris: “Me conquistó”. El detalle emotivo lo puso el padre de César, que la noche anterior a la boda le regaló un pañuelo recuerdo de su abuelo.
Los
pajes de la ceremonia fueron las sobrinas mellizas de Cris (¡comestibles!) cuyos vestidos hizo la tía de la novia: ella eligió la tela, los diseñó y cosió, al igual que los lazos, la cesta de las arras y el cojín para las alianzas.
Uno de los momentos más especiales de la boda fue cuando el hermano de la novia sacó la guitarra y se puso a tocar, dedicando tres canciones a los novios y poniendo en pié a todos los invitados.
¡Desde aquí, les deseamos toda la felicidad del mundo a C&C!!!!
Si alguno de vosotros se ha casado y quiere compartir su boda con nosotros,
no tenéis más que escribirnos.
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Ver Artículo Original:
Nos vamos de boda con Cris y César a Burgos
Autor:
dos en la pasarela