Nosotros después de las doce de Laia SolerAutoconclusivo | Puck | 320 páginas
Cómpralo enAmazon, añádelo a Goodreads Una chica con nombre de princesa. Un chico que escucha a Sinatra.
Un pueblo perdido en las montañas. Un carrusel.
Tres secretos. Dos reencuentros inesperados.
Un amor. Una traición.
Y una noche de verano, la más mágica del año…
Así es la vida, una suma de momentos felices e instantes difíciles, de reuniones y despedidas, de amores y desengaños. No, la vida no es un cuento de hadas, pero… ¿Qué pasaría si conocieras un hechizo para que las carrozas nunca se transformen en calabazas? ¿Recurrirías a él? ¿O querrías saber lo que pasa después de la medianoche?
La nueva novela de la joven autora Laia Soler es un relato potente y actual, salpicado de magia, sobre una chica que navega por las turbulentas aguas de la memoria, el dolor y el amor para descubrir todo aquello que nos une, nos separa y nos hace crecer como personas.
★★★☆
Laia Soler es una autora que ya conozco pues he leído sus anteriores publicaciones: Los días que nos separan y Heima es hogar en islandés, dos libros que consiguieron transmitirme muchos sentimientos y que me dejaron con un muy buen sabor de boca. Con Nosotros después de las doce termino el último libro que me queda de los que la autora ha publicado por el momento. Para resumirlo puedo decir que sigue un poco en la estela de los anteriores.
En sus historias Laia siempre nos incorpora algo que hace especial al libro, algún tipo de magia, algún tipo de objeto especial para los personajes, algo a lo que se aferran y hacen que sean distintos. Siempre ha tratado con personajes muy reales y en este caso no ha sido lo contrario.
Aurora, la protagonista, es una chica bastante normal, algo seria y sin una gracia especial. Lo cierto es que es muy normalucha y algo despegada. A pesar de no ser un personaje que destaque por su simpática caracterización, lo cierto es que me gustó eso de tener una protagonista que no fuera la alegría de la huerta, que no destacara por sus chistes o comentarios mordaces, que fuera tan independiente, que fuera tan humana pero sin necesidad de suponer una simpatía para el lector.
Por otro lado Teo es el protagonista masculino, un chico que me pareció sumamente cuco desde el principio. Es el típico personaje al que sigues durante toda la historia con una sonrisa y cada vez que aparece te alegras. Es el personaje con el que te compinchas, al que animas a triunfar. Teo es simpático, tiene un poco de gracia pero no algo destacable y está siempre ahí intentando captar la atención.
A pesar de que estos son los personajes que más destacan, existen otros que se involucran más o menos en la historia, pero en general da la sensación que la autora quiere dar: la de un pueblo pequeño donde todos se conocen y hay una gran familia entre todos ellos. Me han gustado este tipo de personajes, este ambiente de pueblo español, el amigueo entre los chicos, los juegos y todas las actividades. Sin embargo sí que he notado que siempre había una distancia desde el principio, algo que realmente tiene su razón de ser pero hacía que al principio se me hiciera una historia más normalita que otra cosa pero con sus pequeños encantos de esta pareja.
Algo que me gusta de Laia es lo que comenté anteriormente, su toque personal, esos elementos que introduce y que consigue hacer magia de verdad. El tipo de magia que Laia crea es el de los cuentos de hadas y cada vez que leo uno de sus libros me hace sentir como la yo de 5 años que quiere creer en esas historia, sea magia relativamente inocente y que hace que le brillen los ojos a los niños pequeños. Es una magia dulce, inocente y sólo la puedo apreciar en los libros de Laia. Igual pasó con Peter Pan e igual con la magia de Heima de la que no puedo hablar por spoilers. En este caso el carrusel es el gran protagonista de la magia que se lleva a cabo en este libro. En general todo el pueblo es mágico y me encanta ver a la pequeña Aurora encantada con la magia del pueblo. Sin embargo, como ya he dicho, el carrusel es el gran protagonista, un carrusel que cuenta con una figura que te hace olvidar los malos recuerdos, algo muy mágico pero también muy peligroso.
La moraleja de la historia puede que sea una de las cosa que más me ha gustado, la enseñanza de que olvidar implica perder una parte de ti mismo y que por muchas cosas malas que te sucedan no debes intentar olvidar aquello que nos hace ser lo que somos o estaremos perdiendo nuestra propia esencia. Además, para hacer más importante este suceso, a lo largo del libro se vuelve al pasado al momento en el que la joven Aurora le ocurre algo malo y decide ir al carrusel para olvidar y que su felicidad retorne, sin ser consciente de todo aquello que está eliminando.
"Si puede haber drama, el universo te dará drama"
Para mi el principio ha sido algo normal, no sobresalía en gracia ni en nada en particular pero era una historia bien hecha y que avanzaba a un ritmo bastante bueno. Sin embargo podría diferenciar el libro en dos partes: antes y después de El recuerdo. Antes es lo que he comentado antes, bien pero sin pretensiones, sin embargo después es cuando sucede un poco de drama. No me suele gustar el drama por lo general y tal y como me lo han puesto aquí me ha parecido un poco excesivo porque la situación me cambiaba el concepto de la protagonista y de la historia en general, dejándome con cara de
Sin embargo he de reconocer que la autora supo como manejar la historia y que después todo se ha manejado de una muy buena forma. Tal vez me hubiera gustado que el drama no hubiera sido tan cagada por parte del personaje pero bueno, lo cierto es que aumenta la moraleja en dos, haciendo ver que nadie es perfecto y que todo el mundo puede aprender de sus errores. Además, después de el drama es cuando empiezan las emociones que tan bien sabe manejar Laia y que te deja con ese final que no derramas una lágrima porque no es lo tuyo.
Nosotros después de las doce ha sido una historia que sigue la estela del resto escrito por la autora: una historia autoconclusiva sobre un romance en el que la magia tiene un hueco especial y donde los sentimientos son tratados de una manera tan humana que es imposible que te deje indiferente. Tiene sus más y sus menos, no es un libro que vaya a gustar a aquel que no le guste el género pero es una historia entretenida y que te deja con un buen sabor de boca por la moraleja que lleva consigo y porque al final consigue abrirse paso por tu corazón de una forma u otra.