Los primeros minutos de «Nosotros» nos regalan una secuencia magistral en la que encontramos todo lo que se le puede pedir a una buena producción de terror. Es de noche, y una pareja se adentra en una feria. A unos metros, les sigue una niña, hija de la mujer. Después de visitar un par de atracciones, la niña se acerca a la playa y entra en una caseta en el que un rótulo dice "encuéntrate a ti mismo". Este inicio es un ejemplo de cómo construir una atmósfera inquietante con pocos elementos y de cómo controlar la tensión. Además, esa transición desde las luces de la feria hasta la oscuridad de la playa y la penumbra de la caseta ya revela mucho sobre la película, mostrando ambos aspectos de una dualidad que es omnipresente durante todo el metraje.
Esa sensación de amenaza se diluye cuando la escena termina y vuelve a aparecer a cuentagotas. Me hubiera encantado que Jordan Peele hubiera mantenido la sobriedad del arranque durante toda la película, pero esto solo obedece a un deseo personal. El estilo del director, como ya demostró en «Déjame Salir» va por otros derroteros, tal vez menos ominosos pero no por ello menos interesantes. Y es que el humor juega un papel importante en «Nosotros», sirviendo para aliviar los momentos más cargados, sí, pero quizá cobrando un protagonismo algo excesivo. Esto le puede restar impacto a la película, y en parte es lo que me pasó a mí en su visionado.
Decía que la película me había dejado sensaciones encontradas, y es que lo primero que sentí al terminar de verla fue decepción. Como siempre, las expectativas pueden arruinar la experiencia, aunque en este caso —intento hacerlo ya siempre— había procurado informarme lo menos posible sobre ella. El exceso de humor, unido a que el giro que propone la trama me pareció demasiado absurdo/delirante/bizarro/extravagante, hizo que mi conexión con la película no fuera del todo satisfactoria. Sin embargo, tras mantener un par de debates con compañeros que habían sacado otras conclusiones, mi visión sobre «Nosotros» ha cambiado. Después de aclarar algunas cosas a las que no les encontré demasiado sentido, reconozco ahora que la película esconde más de lo que aparenta, cosa que hace recomendable un segundo visionado para apreciar estos detalles.
No puede decirse que en esta ocasión Jordan Peele introduzca el discurso racial en su obra, aunque sí que hay toques de crítica social, plasmada por ejemplo en las casas de las dos familias que aparecen. Pero más allá de eso, el director plantea reflexiones sobre la sombra interior con la que todos cargamos. El contenido metafórico de la cinta va mucho de sacar a la superficie todo aquello que mantenemos enterrado, cosa que también puede interpretarse a un nivel más general, constituyendo entonces una crítica política.
A nivel más técnico, «Nosotros» resulta irreprochable. Jordan Peele sabe dirigir, y tiene claro qué mecanismos utilizar para transmitir su historia. Aunque hay cosas del guion que chocan, Peele firma un libreto sumamente interesante, con esa doble lectura que se ancla también en la figura del dopplegänger y que juega con otros imaginarios colectivos incrustados en nuestro cerebro (esa cadena humana).
Del elenco cabe destacar a una Lupita Nyong'o que mantiene una presencia magnética durante toda la película, y que triunfa a la hora de encarar las dos vertientes tan distintas de su/s personaje/s. Winston Duke propone un buen contrapunto cómico, mientras que en los secundarios sobresale una expresiva Elizabeth Moss en un pequeño papel.
Inquietante por momentos, divertida a ratos, surrealista, absurda y misteriosa, «Nosotros» es un estimulante segundo trabajo de un director que hay que seguir muy de cerca. Tras ver la película, uno espera con ganas la nueva Twilight Zone, detrás de la que está el propio Jordan Peele, y cuyo espíritu está muy presente en «Nosotros». Aunque sigo viendo cosas que no me convencen, recomiendo verla, hablar sobre ella y, si es posible, verla de nuevo.