Escribo en una mañana soleada pero fría, en este otoño que me aprisiona entre la melancolía y la nostalgia dos estados emocionales, que aunque parezcan similares, no lo son. Todos sentimos nostalgia de tiempos pasados, vivencias particulares que forman parte de nuestro «álbum vital» y que las llevamos en nuestro recuerdo. Sin embargo la melancolía es un estado de tristeza y añoranza por vivencias pasadas, en las que nos hemos quedado anclados, es un sentimiento humano de profunda tristeza en el que todo tiempo pasado fue mejor no dejando ver más allá, ni hacia el presente ni hacia el futuro.
La nostalgia es un conjunto de vivencias que forman parte de nosotros y nos impulsan a seguir adelante. Es una parte inherente a cada uno de nosotros, no por ello debemos perder la ilusión por proyectos futuros, todo lo contrario. La nostalgia es un enriquecimiento de vivencias que vamos acumulando que aunque miremos con cierto sentimiento agridulce por tiempos que no volverán, forma ya parte de nuestra vida, y precisamente la vida son etapas que vamos cerrando y abriendo continuamente. Aunque, si bien es cierto, es más fácil caer en la nostalgia al ir envejeciendo ya que vamos acumulando cada vez más vivencias. Una buena forma de evocar a la nostalgia es a través de la música, esta nos puede hacer revivir esos momentos, como si de hoy se tratara. Esa canción que marcó ese momento concreto de nuestra vida, ese recuerdo, esa persona. Cada uno de de nosotros tenemos esa colección musical que nos hace revivir momentos pretéritos, personas que ya no están, momentos de la añorada infancia, acontecimientos que nos marcaron. Eso sí, si os paráis a pensar la nostalgia es selectiva y siempre suele ser positiva, es decir si añoramos algo, es porque nos marcó y fue algo bueno. Afortunadamente nuestra memoria es selectiva y trata de borrar los malos recuerdos, aunque esto no todas las veces sea posible.
En estos días cercanos a la navidad, es normal sentir cierta añoranza por tiempos pasados, en los que falta gente en torno a nuestra mesa familiar, son fechas señaladas que unidas a los días grises del otoño hacen que sea difícil no caer en ese lánguido sentimiento de la triste melancolía, Pero busquemos en la música esa energía que nos roba la oscuridad de las largas noches, porque como dijo el poeta Rabindranath Tagore “La oscuridad de la noche es un saco que rebosa el oro del amanecer”
Dejo un podcasts sosegado con buena música para espantar la melancolía de estos fríos días esperando la ansiada primavera.