Nostalgia de “¿como están ustedes?”

Por Antoniobarba

Si asomaran los payasos por el borde de la tele (no los tristes payasos que entristecen la realidad todos los días, sino los de antes, los de la familia Aragón, los de verdad) y preguntaran “¿cómo están ustedes?”, la respuesta no iba a ser demasiado entusiasta, pero seguro que a más de uno se nos dibujaría una sonrisa en el rostro. Una sonrisa, incluso una risa, que es el mejor arma contra el miedo que nos atenaza en estos tiempos oscuros de crisis sin fondo. La risa que conocimos los que fuimos niños con ellos, con los payasos de la tele, y aquel su mágico saludo de bienvenida al mundo de la risa, del humor. Hace falta reír, pero es que hay muy pocos motivos. En la negra España, con este triste ser que tenemos de presidente, en cuyos doce meses de victoria electoral todo ha ido a peor. En la gris Europa, que nos lleva del brozal de los recortes sin que se sepa muy bien para qué vale tanto sufrimiento, salvo para darle gusto a Merkel y a los bancos alemanes, porque la recesión sigue viento en popa. En el mundo, lleno de locura y mezquindad (una buena noticia: alto el fuego en Oriente Próximo; ojalá dure y se llegue a una solución definitiva de dos estados que coexistan y convivan). La risa vence el miedo, como bien sabía Miliki, que acaba de irse seguro que sin dejar de sonreír y cuyas canciones seguirán trayéndonos risas del pasado, y risas de futuro a mi hija.