Notas sobre Todo sucedio mañana de Pedro Rivera

Publicado el 22 enero 2014 por Diego Diego F Ospina @DiegO_OzpY

Si las palabras pudieran meterse en una licuadora, este libro llevaría un concentrado de reflexión pura. El resto de los ingredientes se repartirán entre porciones iguales de filosofía, sociología, historia, ética y crítica social. El resultado es una refrescante visión del horrible mundo en que vivimos. No me refiero a los horrores de las acciones por supuesto, sino a los horrores de la indiferencia, a la atrocidad suicida de una sociedad que desconoce su pasado y repite sus errores, en una decadente espiral, en un desafortunado “Eterno Retorno”.

Leer este compendio ha sido muy agradable, no solo por el aspecto suave con el que esta escrito, que dicho sea de paso no enajena al lector del texto con términos rebuscado, que atropellen como a perro callejero nuestra limitada cultura.

Hablamos de una reflexión criolla, fiel a la lengua informal de estos tiempos, de nuestros ajetreados días modernos (fue publicado en 1993).

Ahora si, vamos al grano (O al libro, como quieran.). El texto que he de exponerles amigos lectores se trata de una recopilación de diferentes artículos publicados por el autor en una revista universitaria, esta es conocida como Temas de nuestra américa, (La pueden adquirir aquí gratuitamente.)

El objetivo del libro, no es el de sembrar ideas, quiero pensar que más bien se trata de cosechar reflexiones. Como ya he mencionado anteriormente, el texto se compone de una serie de artículos recopilados y distancian en años unos de otros. Como lector podría pensar que aquellos artículos tienen poco o nada que ver entre sí y con mayor razón, pensar que nada o poco puede aprovechar uno de la lectura de un libro cuyo cuerpo textual esta tan fraccionado como la misma identidad latinoamericana. Es en este el punto donde ha de sorprendernos el autor, como tomándonos con la guardia baja, se dedica durante 140 páginas a tratar problemas sociales que poco o nada han cambiado desde hace 20 años. A diferencia de libros como “El oficio de escribir”, de Ernest Hemingway, que si es un verdadero sancocho de párrafos publicados por el autor pero con muy poca relación, aquí vemos cómo su autor Pedro Rivera expone el esqueleto sin fosilizar, de una sociedad panameña fragmentada, inestable y carente de identidad, cosa que se evidencia en las preguntas que plantea el autor en la primera página del libro:

  • ¿Tiene los panameños un destino?

  • ¿Quieren los panameños ser panameños?

  • ¿Tienen los panameños conciencia de un destino nacional?

  • ¿A que ligan los panameños su destino: a una comunidad de intereses culturales, a una raíz común, a una causa bolivariana, a un propósito humano universal?

  • ¿Quieren los panameños ser norteamericanos?

  • ¿Les gustaría ser protectorado o estado de la unión? ¿Les da igual?

  • ¿Permanece en algunos panameños la tendencia del país subordinado a interés extranjeros?

  • ¿en los panameños en el “destino manifiesto?

  • ¿Qué es lo que en términos políticos se juega en Panamá?

  • ¿La cultura de la pereza es congénita o se cultiva?

Preguntas de vital importancia para el hombre racional de la parte más estrecha de este continente.

El texto se desenvuelve no respondiendo las preguntas, sino reflexionando sobre ellas, su razón de ser, sus orígenes, los problemas que representan para la sociedad actual. Nótese la universalidad de estas preguntas, no como cuestionamientos que solo debería hacerse alguien que  de hecho habite en el istmo, sino cualquier persona de la nación que sea y de cualquier tiempo. Simplemente se trata de preguntas fundamentales.

“Saber es una cosa,
creer saber es otra,
Saber es una cosa diferente a ocultar la verdad,
Y peor que saber y ocultar la verdad, es no saber,
Pero es peor no saber y peor aun no querer saber”

Arriba habla sobre los ignorantes y sobre quien los mantiene en ese estado, haciéndoles pensar que no existe necesidad alguna de embarcarse en los mares del conocimiento, del pensamiento, del análisis, de la reflexión. Representa el problema que se constituye como una torre babilónica sobre la popular frase “la ignorancia es la felicidad”, frente a ello yo como individuo declaró tal hecho como una aberración humana y no concibo, como un ser humano puede vivir sin el querer saber, si lo pienso por un segundo, parece algo imposible. Saber, querer saber, es una característica implícita en la raza humana. Aprender.

Todo sucedió mañana invoca a la cultura, afronta con palabras de desprecio los métodos actuales de entretenimiento que no cultivan la inteligencia del hombre y los enmarca como los nuevos medios de colonización.

No se puede negar que hoy en día 20 años después de que el libro se imprimiera por primera vez, todo el que atiende a varios medios de comunicación para informarse, conoce lo parcial de la información, sabe que se nos entregan migajas de saber, que se nos presenta en los medios de comunicación verdades a medias que predisponen opiniones. Mientras en RT (de Rusia) puedes ver una noticia X, en CNN (de E.E.U.U.) se ve todo lo contrario, en una constante degradación de la información a su mínima expresión, de forma que cualquier criterio fundamentado en los medios resulta incompleto y poco útil, de ahí surge la pregunta más básica humanamente posible ¿Cuál es la verdad?, la respuesta mis queridos lectores es desoladora, pues solo me es posible concebirla por medio de esta frase, “No existen hechos, solo interpretaciones”, de Friedrich Nietzsche, como una verdad personal, dominada por máximas subjetivas y mantenida por principios universales invariables, sea como sea, una verdad personal. Cada quien cree lo que quiere, aunque no sepa bien ni en qué cree, ni que quiere.

Nuestro pequeño libro también hace mención de pequeños hechos históricos poco importantes para el ajetreado hombre de hoy en día, hechos como El manifiesto de Santa Fe, La doctrina Monroe, El plan Marshall, El punto cuarto y La alianza para el progreso. Dice en el cuerpo monocromático de su texto una infamia tan cierta como que no existe verdad absoluta; “Nicaragua a sido invadida por los marines norteamericanos no menos de 14 veces desde 1847, Panamá (los panameños no tenemos memoria) no menos de 10 veces desde 1860, honduras 7 veces, también El Salvador, Guatemala, México, Rep. Dominicana, Cuba Argentina”. A lo anterior debo agregar, que si bien las repúblicas bananeras del siglo XI no han conocido intervención alguna (militar), esto no permite descartar la posibilidad de que suceda en un futuro.

“Cuando el humano decide cerrar los ojos, Permanecer ignorante por voluntad propia, Reducir el ejercicio de su conducta a la simple percepción”

Sobre el hábito de la lectura el manojo de páginas menciona una cosa tan cierta y tan obvia que no la vi venir, de cómo la enseñanza de la lectura en las instituciones públicas va dirigida a textos antiguos, escudándose en sus propósitos de inculcar valores universales. Lo cierto mi amigos, es que para poder disfrutar usted de La Ilíada, La Odisea o cualquier literatura antigua debe tener mucha motivación y ganas de leerla, obligar a un quinceañero a tragarse un texto semejante implica inculcar un disgusto por el placer de leer. Una alergia, al placer de saber.

El Quijote no es grande por lo clásico y lo universal, sino porque cuando la persona que lo lee, esta lista para el, es mas que seguro que disfrutara del nuestro hidalgo, pero obligado nadie aprende y mucho menos disfruta. Si usted no deja que los chicos aprendan a disfrutar la lectura con textos actuales, que se relacionen vivamente con su existencia en esta tierra y con su tiempo sobre ella, no le será posible, salvo en muy pocos casos despertar algún interés real en tan placentera actividad como lo es la lectura. Indiscutiblemente, Rocinante morirá.

“¿acaso hacer todo lo posible por no ser cada día más inteligente no es, dentro de ciertos parámetros, un acto de corrupción?”

Al hablar de la corrupción de forma franca y directa, el libro no se limita a lo meramente monetario, en concordancia con el autor debo decir que quien se cierra en su esfera de ignorancia, no sólo se traiciona a sí mismo, sino a toda la sociedad que integra, y desafortunadamente al resto de su descendencia, hasta que el círculo vicioso se rompa.

La falta de efectividad, la vagancia, la irregularidad y la falta de compromiso con todo aquello que se realiza en la vida es también corrupción, una falta que evidencia la incapacidad patológica del individuo para cumplir sus objetivos más primordiales, metas, sueños etc…

Concluyo mi pequeña exposición con la mujer y el sistema, solo esos dos temas. Si lo se, estoy cercenando muchísimo contenido importante del libro, especialmente el que se refiere a la problemática viva de la sociedad panameña, pero como no estoy aquí para decir verdades en la cara y esas reflexiones como sabran, son personales, les digo que si quieren saber mas visiten la pagina de temas de nuestra América (muy recomendada por cierto).

Volviendo a lo que me ocupa en este texto resumiré la reflexión de Rivera a una pregunta muy simple y que corta de un zarpazo cualquier excusa a la discriminación femenina, y dice: ¿Cómo podrá avanzar el género humano sin su mitad vital?, ¿ como se podrá lograr una sociedad más justa si no se integra a la mujer a la lucha por el bienestar total?. Sin igualdad de derechos no es posible establecer una sociedad justa y una nación que excluye a las mujeres (como vemos en algunos países Islámicos), será un estado funcionando a media marcha, como mi Colombia querida, que de la mitad para arriba es país y de la mitad para abajo es selva.

El sistema, dice Pedro rivera despidiéndose

“Ningún ser humano escapa a la programación del sistema. Hábitos, gustos, creencias, costumbres, vicios, virtudes, habilidades, sueños. Se programan en cada individuo para garantizar el funcionamiento social dentro de los parámetros requeridos por las clases hegemónicas”.

Aquella idea me recuerda a la frase, El desierto de lo real. de un filósofo francés, Jean Braudillard, del cual solo conozco las referencias pero a quien estoy deseoso por leer.

Sapere Aude.

Mariposa morpho azul, como la de la portada.

Otras citas destacadas del libro:

“Cuando el humano decide cerrar los ojos, Permanecer ignorante por voluntad propia, Reducir el ejercicio de su conducta a la simple percepción”

” Sólo cuando la burguesía de un país tiene alma de “waiter”, y subordina su voluntad a la propina, es capaz, entre otras cosas, de pedir intervenciones extranjeras y de cultivar (a través del sistema educativo, la tradición, la fe y los medios de comunicación) complejos de inferioridad, tendencias oportunistas y sentimientos de servidumbre en el resto de la población. Un pueblo que acepta esta subordinación, como sus explotadores, se envilece.”

“Al panameño, pídele amistad, apoyo, cariño, solidaridad, entendimiento. Pídele agua para calmar la sed, comida para saciar el hambre, un espacio para vivir sobre la tierra, pero no le pidas que venda su patria.”

Mas información del autor.

Universidad Tecnológica de Panamá.

Todo sucedió mañana (Los temas de nuestra América) (1993). Recoge un número importante de notas editoriales firmada por el autos en la revista plegable “Temas de nuestra América”, desde 1982 hasta 1990; también se recogen algunos artículos muy breves de las publicaciones: “Poste de papel”  y “El muro”.

Enciclopedia de historia del Caribe.

Blog de Poesía panameña.

Prensa: La inquietud del poeta.

Doctorado Honoris causa para Pedro Rivera Ortega

Panamá Poesía.

Notas:

Sobre temas de nuestra america.

Es un desplegable mensual, de distribución gratuita, que publica el GECU, desde 1982. Contiene ideas más recientes del pensamiento y del gran debate a nivel mundial, bajo la responsabilidad del escritor y Director del GECU, Pedro Rivera; poeta, narrador y cineasta panameño. Temas de nuestra América tiene un tiraje de 5,000 ejemplares.

*Se refiere a la ausencia de la existencia de una verdad absoluta, siendo la verdad constantemente una simple interpretación inexacta de la realidad en sí o verdad parcial, conlleva a que se deteriore la inteligibilidad del hombre hacia ciertas áreas del conocimiento. Fuente.