Tanto la letra de la canción como la parte visual que la acompaña, va dirigida directamente a la víctima. Para eso han querido textualizar algunos de los síntomas evidentes para que la propia víctima pueda detectar y reconocer que existe maltrato por parte de su pareja.
Puede parecer extraño desde fuera pero la víctima no suele tener consciencia de que está siendo maltratada, lo cual facilita que los ciclos de violencia se repitan y que la situación de riesgo de la mujer dentro de esa relación de pareja, conlleve cada vez más peligro para su integridad física.
Esto se explica debido al continuo ataque psicológico que la mujer recibe por parte del maltratador, consiguiendo que la víctima se sienta cada vez más incapaz y vulnerable, perdiendo con ello su capacidad de autodefensa, lo cual permite al maltratador pasar al siguiente nivel, la violencia física. Un aplauso gigantesco por la canción, por la implicación, y sobre todo por la denuncia.