Llevo un tiempo con el Carnet de Conducir “distraído”…No lo he sabido hasta hace unos días. Tenía que solucionar un papeleo y me pidieron una copia del susodicho carnet y…descubrí que no lo tenía en el lugar habitual. A partir de ese momento, inicié una búsqueda metódica (vaciado de todos los bolsos en uso en los últimos meses, revisión de bolsillos de chaquetas, etc,etc…). Mi desesperación se iba incrementando. Soy distraída y puedo “distraer” cosas (a veces) pero ese tipo de documentos siempre los tengo muy controlados. Finalmente, sólo puedo optar por solicitar un duplicado… ¡Vaya palo! Cita concertada en la Jefatura de la DGT…Era hoy. Esta mañana, he recordado a la Tía Fermina, del pueblo. Siempre rogando a San Antonio cuando perdía algo y…siempre lo encontraba. A pocas horas de la “cita concertada” el agobio aumentaba y cualquier recurso me era válido así que…he estado pidiéndole a San Antonio que encontrara el Carnet de conducir antes de las 10:30.
¡Alucinante! He abierto el armario y recordado algo. Difuso. No es exactamente una imagen. Como en el juego “Frío /Caliente”. Se me ha activado la alerta de que me acercaba al carnet…Caliente, caliente… Y, allí, escondida, había una cartera en la que están todas esas tarjetas que no utilizo habitualmente ( tengo hasta de la Farmacia, para acumular puntos) y pegado a la de Socio del FNAC : ¡Ta chán! El carnet de conducir! Durante todo el proceso, no he dejado de pedir a San Antonio…
Animada por la eficacia de este amigo que ahora tengo en el Santoral, me he dedicado a buscar un Santo que proteja mi huerto. Uno de los que bendicen cosechas… Ese es San Isidro Labrador, así que mientras volvía a plantar zanahorias, me he encomendado a San Isidro.
Entonces, cuando ya estaba regando los berros, estos se han armado de valor y me han comentado que el huerto tiene sus propios “santos”. ¿Y no es San Isidro Labrador? – he preguntado. Y como veían que estaba receptiva y mientras conversábamos, los iba regando un poco más, me han confesado que tenían a Pin y Pon, sus dos guardianes protectores…
No voy a ser yo la que cuestione la fe que profesa cada uno, así que :
“Pin y Pon, haced que las zanahorias se pongan muy majas. Y sean muy dulces.”