El consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes del Gobierno de Aragón, Rafael Fernández de Alarcón, pedirá en los próximos días a la secretaria general de Transportes del Ministerio de Fomento, Carmen Librero, que se mejoren "los horarios" del ferrocarril regional en Aragón y que se conserve "el máximo número posible de itinerarios". Así lo hará en una reunión que mantendrá próximamente con la responsable ministerial en la que conocerá las líneas que pueden desaparecer.
En una comparecencia ante el pleno de las Cortes de Aragón, a propuesta de CHA, matizó que aunque el Gobierno de Aragón "desea que los servicios ferroviarios no solo se mantengan, sino que proporcionen el mejor servicio posible", habrá que apostar "en ocasiones" por "el medio de transporte económicamente más adecuado". De hecho, todo indica que estas líneas que se puedan suprimir al no tener un 20% de ocupación (entre ellas la línea Mora de Ebro-Caspe y la Monzón-Lérida) serán sustituidas por transporte de autobús.
Fernández de Alarcón abogó por "nuevas y mejores infraestructuras" ferroviarias, "que permitan trasladar viajeros a más velocidad y con más calidad" porque, si no, "será más difícil conseguir eficiencia".
"Vamos a seguir trabajando" porque el ministerio todavía no ha dicho "qué expediciones van a ser abandonadas", y anunció la intención de elaborar un plan autonómico alternativo sobre el transporte ferroviario.
El partido que solicitó la comparecencia, CHA, consideró a través de su diputado Gregorio Briz que el Gobierno de Aragón actúa "con resignación y docilidad", aseguró que su gestión ha sido "mala" porque "había datos para pensar que había un desmantelamiento en ciertas líneas de ferrocarril", y reclamó más inversiones. Briz vaticinó que habrá más frecuencias eliminadas de las que se piensa "la ciudadanía". El diputado del PP, Javier Campoy, defendió a la consejería porque "no ha parado de negociar y estar en el Ministerio de Fomento" y apostó por el "realismo" para "optimizar recursos". El responsable de Transportes del PSOE, José Ramón Ibáñez, defendió tener en cuenta los criterios sociales. Manuel Blasco, por el PAR, apuntó que "el servicio ferroviario aragonés es manifiestamente mejorable", y defendió el tren convencional como "instrumento de vertebración del territorio".
El diputado de IU, Miguel Aso, pidió "enlaces directos" y que el tren sea "útil para el ciudadano" porque "la gente lo volverá a coger", para defender el tren convencional como vertebrador del territorio, frente al AVE "un tren caro, insostenible económicamente y que no vertebra".
Fuente: El Periódico de Aragón (www.elperiodicodearagon.com)