El Nou cal ramonet, aunque tiene poco de “nou” (nuevo) es un conocido restaurante en la Barceloneta que ahora ha dado un giro a su oferta sin perder el principio de cocina marinera y producto fresco del mar… Y alguno también de la tierra. Después de 7 años de su apertura, una alianza con Jordi Herrera, de Manairó es lo que ha provocado que ahora sus platos, aún siendo los de siempre, tengan otra presentación, otras texturas y un toque más moderno.
El local es agradable, con texturas envejecidas y maderas que parecen naturales, no muy grande pero sin agobios de mesas apretadas, y con la opción de reservados.
Empezamos con un de sus clásicos renovados, la
coca de sardinas con tomate seco y sofrito de berenjena y cebolla dulce. Unos buenos filetes sobre un ligerísimo hojaldre, que no resta sabor ni protagonismo al pescado.
La bomba. Original forma de servirla, dentro de un tarro, tomamos la típica tapa inventada en este barrio de Barcelona
patata y carne. Estaba bien frita y guardaba fidelidad a su origen. En este caso no era excesivamente picante. Para mí correcta pero ya sabemos que la sensación de calor en el paladar es tan amplía como bocas hay.
El día que fuimos era dijous llarder así que no podía faltar una tortilla. Esta vez
Tortilla de calçots y alcachofas muy buena. Jugosa pero hecha iba acompañada de salsa romesco para no dejar de lado ningún miembro de esta unión tan clásica.
Unos
Buñuelos de bacalao de tamaño considerable sobre
su pil pil que hacía las funciones de salsa potenciando el sabor. Nada aceitosos. Algo que lo puede faltar en cualquier restaurante marinero que se precie.
Unos
mejillones al vapor con alioli de manzana muy suave que ligaba muy bien. Pequeños pero sabrosos. Dicen que son los mejores.
Pasamos a un palto de tierra un
meloso de ternera lechal con ajos tiernos. Tiernísimo trozo de carne acompañado de un par de gambitas fritas para hacer un mar y montaña. La carne se deshacía. Un meloso no sólo por nombre.
Por último probamos un
arroz. Con buen fondo y acompañando de algunas piezas de gamba y almejas añadidas después para hacer algo más contundente la degustación. Los arroces otro de los imprescindibles en estos restaurantes.
Yogur con glaseado de piña salada. Bueno como en postre puede ser muy saludable sin añadir un chorro de calorías. Ligero para acabar una completa degustación.
El
Nou Ramonet no pierde ni identidad ni esencia con la incorporación de
Jordi Herrera. Más bien diría que acaba de redondear una oferta que ya era famosa, siguiendo la línea de la cocina marinera de Grup Ramonet, que empezó con
Can Ramonet, la típica bodega de barrio y amplió con
La Fresca, una
Vinoteca y, de momento, con El Nou Ramonet, los 4 locales en la Barceloneta.