No es lo que parece
En 1928, tras la definición precisa de los límites de las constelaciones, los astrónomos conocen ese evento por Nova Vulpeculae 1670. Y siguiendo en el siglo XX, gracias a los avances en Astronomía aumentó el conocimiento de las novas, y cuanto más se conocían, más evidente era que Nova Vul 1670 no encajaba en los modelos.
"Durante muchos años se creyó que este objeto era una nova, pero cuanto más se ha estudiado menos parecía una nova ordinaria. Ahora hemos sondeado la zona en longitudes de onda de radio y submilimétricas. Hemos encontrado que los alrededores del remanente están bañados por un gas frío, rico en moléculas, con una composición química muy inusual", explica Tomasz Kamiński del Instituto Max Planck de Radioastronomía (Alemania) y autor principal de un nuevo estudio que ha analizado los restos de este evento.
La nueva investigación
Para obtener estos datos que descartan este evento como una nova ordinaria, el equipo de Kamiński utilizó el telescopio APEX (Atacama Parhfinder Experiment), el SMA (Submillimeter Array) y el radiotelescopio Effelsberg para conocer la composición química y medir las proporciones de diferentes isótopos del gas. Con lo obtenido caracterizaron la composición de la zona, lo cual permitió evaluar de dónde podrían provenir estos materiales.
Concluyeron que la masa del material frío era demasiado grande para ser el producto de la explosión de una nova y, además, las proporciones de isótopos eran diferentes a las que se esperan de una nova. Entonces, ¿qué es lo que se vio en el cielo en 1670?
Todo apunta a que lo que ocurrió en 1670 fue una colisión entre dos estrellas, produciendo un más brillo que una nova pero menos que una supernova. A este evento, recientemente reconocido por la comunidad astronómica, se le conoce como nova roja luminosa y son eventos muy excepcionales en los que las estrellas explotan debido a una fusión con otra estrella.
Esta investigación se publicó en la revista Nature bajo el título “Nuclear ashes and outflow in the oldest known eruptive star Nova Vul 1670”, por T. Kamiński et al.La imagen 3 es una composición de imágenes captadas por el Gemini Multi-Object Spectrographs (GMOS), APEX y SMA en los siguientes filtros:
El equipo que ha llevado a cabo la investigación está formado por Tomasz Kamiński (ESO, Chile; Max Planck Institute for Radio Astronomy, Alemania), Karl M. Menten (Max Planck Institute for Radio Astronomy, Alemania), Romuald Tylenda (N. Copernicus Astronomical Center, Polonia), Marcin Hajduk (N. Copernicus Astronomical Center, Polonia), Nimesh A. Patel (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Estados Unidos) y Alexander Kraus (Max Planck Institute for Radio Astronomy, Alemania).
- Filtro Óptico de GMOS.
- Filtro Milimétrico de APEX.
- Filtros Milimétricos de SMA.
Artículo científico:
- Nuclear ashes and outflow in the oldest known eruptive star Nova Vul 1670
Referencias:
- Un choque de estrellas: la explicación para una enigmática explosión ocurrida en el siglo XVII
- Colliding Stars Explain Enigmatic Seventeenth Century Explosion
- Delimitation scientifique des constellations (tables et cartes)
- Gemini Multi-Object Spectrographs
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