"Érase una vez un mundo llamado Kelanna, un mundo maravilloso y terrible de agua, barcos y magia. La gente de Kelanna era igual a ti en muchos aspectos, hablaban, trabajaban, amaban y morían, pero eran muy diferentes respecto a algo muy importante: no sabían leer."
Los padres de Sefia dieron su vida por proteger un extraño objeto de cuero y papel, que ella poco a poco descubre que se llama libro. De sus páginas se despliegan historias que han ocurrido y que ocurrirán, y todo lo que contiene en su interior parece no tener fin.
Sefia desarrolla un vínculo con este libro que le conduce a un mundo de magia, piratas, asesinos, sociedades secretas y mitología ancestral. Pero también, la arrastra sin remedio a su más oscura obsesión, las personas que le quitaron aquello que más quería.
Acompañada de un muchacho que no puede articular palabra pero que ha sido entrenado para matar, Sefia tendrá que cumplir su promesa: hallar respuestas, redención y venganza.
El segundo libro de la apasionante trilogía La reina Roja, sigue las aventuras de Mare Barrow en su búsqueda de justicia.
La sangre de Mare Barrow es roja, del color de los empobrecidos, la gente común; sin embargo, su capacidad sobrehumana de controlar los relámpagos la ha puesto en la mira de la realeza. Es allí, entre el glamour y la buena vida de la corte, donde Mare carga con el estigma de la abominación, y donde conoce también una amarga traición.
Entre sábanas de seda, sin embargo, nuestra protagonista descubre otra cosa: ella no es la única Roja con habilidades especiales. Así, Mare deberá encontrar y unir bajo un solo estandarte a los de su clase, en contra de la opresión de los Plateados, pero, en su implacable búsqueda de venganza, ¿no está en riesgo de convertirse en aquello que combate?
Como todas (casadas, solteras, madres o sin hijos), Jennifer daría lo que fuera por la capacidad de estar en dos sitios al mismo tiempo. Qué maravilla: poder dormir a gusto, llegar temprano a todos lados, mantenerse fresca el día entero.MÁS NOVEDADES:
Hasta que un día aparece en su teléfono una app que le permite justo eso: estar en dos sitios al mismo tiempo. Ahora, Jennifer cree que tiene la solución para su atiborrada agenda. Pero pronto aprenderá que ningún milagro es gratis, y que hay que tener mucho cuidado con lo que deseamos.