Robyn Carr, autora superventas de The New York Times, nos devuelve a Virgin River con una historia navideña acerca del reencuentro de una mujer con el único hombre al que no ha podido olvidar…Ese año, Becca Timm sabía cuál iba a ser el número uno de su lista de deseos navideños: olvidar a Denny Cutler. Tres años antes, Denny le había roto el corazón antes de partir hacia la guerra. Era hora de que Becca superara su insensata relación juvenil y siguiera adelante.Por eso tomó las riendas de la situación y se marchó a Virgin River, el rústico pueblecito de montaña donde Denny tenía su hogar, e irrumpió por sorpresa en el fin de semana de caza solo para hombres que había planeado su hermano. Un accidente, sin embargo, convirtió su visita impulsiva en una larga estancia y Becca se descubrió de pronto varada en Virgin River. Con Denny muy, muy cerca.Mientras el hechizo de la Navidad iba envolviendo el pueblo, Becca descubrió que el chico al que había amado una vez se había convertido en un hombre fuerte y seguro de sí mismo. Y en el regalo de Navidad más delicioso que cupiera imaginar.
Carr ha acertado de lleno con esta serie cautivadora
El robo de varias antigüedades obliga al director del New College de la Universidad de Oxford a pedir ayuda a Scotland Yard. La detective Taylor será la encargada de investigar el caso y, para que nadie sospeche de ella, Stephen Allen, un brillante aunque algo desastrado catedrático de Historia Antigua, se ve forzado a acogerla en su casa y a fingir que están emparentados.
Las personalidades de ambos son muy distintas: él aparenta estar anclado varios siglos atrás, mientras que ella es una joven moderna, a la que nada se le pone por delante; y sus puntos de vista son tan opuestos que los roces entre ellos se suceden.
A pesar de todo, el impenitente solterón se siente cada día más cautivado por la detective, pero ¿y Georgina? ¿Qué es lo que siente en realidad por aquel atractivo profesor?
Lynn Morrow estaba decidida a poner un plato de comida en la mesa para sus dos hijos. El que pronto se convertiría en su exmarido había fallado de nuevo a la hora de cumplir con sus obligaciones. Fue entonces cuando entró en escena Mitch Franklin, un insólito caballero de brillante armadura. Mitch había adorado a Lynn en el pasado. Ahora en ella no solo veía a la dulce chica que se le había escapado, sino a una mujer desesperada por recibir algo de apoyo. Mientras que acudir al rescate de Lynn y sus hijos fue algo que hizo de manera espontánea, también fue lo suficientemente sensato como para animarla a encontrar su propio camino… que con suerte la conduciría a sus brazos.
Isabel Beebe estaba convencida de que tenía mala suerte en el terreno amoroso. Ford Hendrix, su amor de adolescencia, había ignorado todas sus cartas. Su marido la había dejado... por un hombre. De modo que Isabel había vuelto a Fool’s Gold para resucitar su pasión por la moda y regentar la tienda de trajes de novia de su familia hasta que sus padres la vendieran. Después se marcharía para intentar hacer realidad sus sueños. Al menos, ese era el plan, hasta que volvió Ford, tan sexy y encantador como siempre, y ella se sintió de nuevo como una chica de catorce años.
Ver a Isabel convertida en una mujer fue para Ford, entrenador de guardaespaldas, como un gancho directo a la mandíbula. Años atrás, cuando se había enrolado en el ejército impulsado por un desengaño amoroso, las dulces cartas de Isabel habían impedido que se volviera loco. Ahora no podía apartar los ojos… ni los labios de ella. Y tenía de pronto una razón para quedarse en Fool’s Gold, si unas dulces palabras podían convencer a Isabel de que hiciera lo mismo.
Una doncella madura, así era como se consideraba a lady Christina en los círculos de la alta sociedad por haber cumplido ya los treinta años. Ella era la encargada de ejercer de anfitriona en las fiestas de su padre y de cuidar de sus hermanos, consciente de que nunca podría llegar a disfrutar de un hogar y una familia propios. Sin embargo, no tenía tiempo para lamentarse. Por las noches se transformaba en La Dama, la cabecilla de una conocida banda de contrabandistas de whisky con la que lady Christina mantenía a su empobrecido clan. Lady Christina y su banda siempre iban un paso por delante de la policía del fisco, hasta que apareció Lucas Black.
Lucas, que se ganaba la vida dirigiendo una exitosa casa de juegos, se convirtió en espía para acabar con la banda de Forres, a quien culpaba de la muerte de su hermano. Él pensaba que La Dama solo era una solterona aburrida. Ella que Lucas era un niño perdido con ínfulas de rebelde. Pero cuando salió a relucir la verdad, no fue solo el amor el que se puso en riesgo.
¿Cual es su novedad favorita?