Dicen que abril es uno de los meses que más libros se compran y aunque seguro que tenéis una lista de todos aquellos que os queréis comprar, ¿qué tal si añadís unos cuantos más?
Alan et Eiom, de Jeshua Morbus.
El silencio hace que la mente de Alan cree fantasmas, la presencia de Ulua sólo le hace recordar lo que no desea y esa cárcel sin nombre posee carceleros innominados que harán que la consecución de su objetivo le haga adentrarse más allá de las brumas en el fondo del valle.
¿Qué hace Ulua allí? ¿Qué es ese ser fantasmagórico llamado "Eiom"? ¿A qué clase de lugar ha llegado?
Inglaterra, año 1066. Thomas es un joven pastor de catorce años. A pesar de ser sajón, un pueblo acostumbrado a luchar, le da miedo combatir. Una mañana de finales de septiembre, miles de normandos invaden sus tierras y capturan a su padre.
A partir de entonces, su vida da un giro de 180 grados. Su huida hacia los bosques, su aprendizaje en el manejo de las armas, su lucha por la supervivencia, el enfrentamiento contra los normandos, el primer amor... serán los grandes temas que regirán su existencia desde ese momento.
Un verano en la casa azul, de David Casado Aguilera (Editorial Círculo Rojo).
El descubrimiento del amor como algo complejo e indomable. El mágico sabor de las cosas que se hacen por primera vez. Amistad, dolor y alegría se entremezclan con las dificultades de una época en la que todo parecía pintado en blanco y negro.
Aquel verano de 1961 fue para Leonardo el final de una época y el final de muchas cosas.
La Vara de Argoroth, de Cosmin Flavius Stircescu
El indiano, de José Manuel Cenzano (Ediciones Áltera).
En su devenir trepidante, cruza por diferentes avatares en los que el enamoramiento y la relación frustrada con varias mujeres lo conducirán de regreso a su patria chica, no tanto para encontrarse con sus verdaderas raíces como para enterrarlas en su propio terruño.
En sus últimos momentos, Tarsicio recordará aspectos de su vida inquieta tan relevantes como su deserción de la guerra del Sáhara, su paso por ciudades mexicanas donde hizo fortuna, aquella tierra Argentina de reminiscencias peronistas que le desbordó o el encuentro con el sosiego en su tardío matrimonio con una viuda de indiscutible elegancia y fuerte personalidad. Y al final… la casa de sus sueños en la que descansar de tan azarosa vida viajera.
El equipo ejecutivo, de James Nava.
Cuando los primeros ataques terroristas ponen contra las cuerdas al nuevo presidente, John Brady, el recién creado Equipo Ejecutivo deberá entrar en acción para evitar una catástrofe tras otra. Chuck recluta a un grupo variopinto de hombres y mujeres que sorprenderá a todos, en el que no faltan la tensión, la amistad, el humor y el romance.
Ellos deberán hacer frente a «Pandora», un complot internacional con objetivos escalofriantes, cuyas ramificaciones llegan hasta las más altas esferas del poder. Cuando la pesadilla terrorista amenaza al país entero, un puñado de hombres y mujeres extraordinarios se alzan como la última esperanza de la nación y del presidente.
Estirge, de Carlos Marín.
Para César todo es nuevo y extraño, haciendo que su rol sea más pasivo, en contraposición al de Abel, quien parece tener mucha más experiencia y frialdad. Esto hace que sea él quien controle en todo momento la situación, además de servir como mentor y hermano “mayor”. César vive confundido, aislado y experimentando nuevas sensaciones, debidas a algo que pasó aquella noche, algo que no recuerda bien, pero que sabe que le va a marcar para el resto de su “vida”.
Durante el proceso, César desarrolla una especie de síndrome de Estocolmo con Abel, debido al aislamiento forzado al que este le impone. Extraños personajes relacionados con el misterioso mundo que rodea a Abel, irán pasando por el apartamento donde viven ahora, haciendo que César descubra nuevos aspectos sobre su compañero. Pero el destino hará que todo termine donde empezó, y así cerrar el círculo de la historia que les unirá para siempre.