Siguiendo la reciente tradición de compartir contigo pequeños placeres que me cambian el día a día, este mes de noviembre te traigo una mezcla interesante. Música, series, películas, libros y un plan alternativo. ¿Quieres ser mi noviembre?
Música
No sé si es porque han vuelto las lluvias, pero este mes he estado escuchando mucho un estilo musical que no levanta el ánimo ni te convierte en el rey de la pista, pero sí mueve emociones y pone acordes a situaciones puntuales. No los escuches si buscas desperezarte o motivarte. Artistas “nublados” (como me gusta llamarles) similares son Banks, Oasis o Lana del Rey. Te presento a The Neighbourhood, y con ellos, posiblemente una de mis canciones por excelencia:
Inside this place is warm. Outside it starts to pour
Televisión
Voy a recomendar dos series de televisión. Una nueva y otra ya conocida.
El nuevo concepto de comedia romántica: You’re the worst
Aún huele a nuevo porque acaba de estrenarse y todavía no es muy conocida. Con una temporada recién grabada y 10 capítulos de 25 minutos de duración cada uno, esta serie se te pasará volando. No podrás ver solamente un capítulo, ya te lo digo yo. Y te recomiendo que lo veas en versión original, tenga o no subtítulos en español (arriba he dejado el enlace de la web donde veo los capítulos en streaming) porque el contraste del acento inglés del protagonista con el tosco acento americano de los demás no tiene desperdicio. Es muy divertida, original, tiene gancho y no es la típica comedia americana (o inglesa) Se mezcla la percepción inglesa de las relaciones y la forma de ver la vida con el contraste americano conservador (y no tan conservador) en todos los ámbitos sociales.
Además, gracias a la serie me he unido al maravilloso ¡Sunday Funday! (Cuando llegues al capítulo, lo entenderás) Me la recomendó una amiga y yo ya estoy esperando a que salga la segunda temporada. Dejo el primer capítulo (está en inglés)
Una serie antigua. Ya que he mencionado la serie, directamente la incluyo como un “must” que todo el mundo debería ver: Anatomía de Grey. La única pega que le encuentro a la serie para aquellos que aún no han empezado a verla es que ya va por la temporada 11. Por lo demás, no me canso de cada capítulo, cada temporada es la prueba de que aún quedan emociones, situaciones al límite y duras decisiones que aún no se han explotado. Cada capítulo es una lección. Y la humanidad de los personajes, la naturalidad de la historia y el dramatismo real de la trama te hace adentrarte de lleno desde el primer capítulo, sufriendo, riendo y cabreándote como si te estuviera ocurriendo a ti. Para mí es la única serie que pese a tener tantas temporadas, se reinventa constantemente.
Una de las cosas que más valoro es que, cuando vuelvo hacia atrás, a los primeros capítulos, revivo la juventud, inexperiencia, ilusión, vulnerabilidad e inocencia de los personajes cuando empezaron en el hospital. Y veo su evolución hasta hoy. Los que pasaron de ser unos jóvenes recién salidos de la universidad a los adultos que son ahora.
Películas
Como la cartelera de noviembre no parece traer ningún argumento que me llame especialmente la atención (exceptuando “Perdida”, estrenada el pasado mes de octubre) directamente pasaré a recomendar otra película que ya cuenta con mi bendición: ¿Conoces a Joe Black? Brad Pitt es uno de los pocos actores que, desde que empezó en el mundo de la interpretación, ha dejado el listón alto y ha demostrado un talento para interpretar que pocos tienen cuando carecen de experiencia. La película, protagonizada también por uno de mis actores favoritos, Anthony Hopkins, te hará pensar. Mucho. Es una historia extraña, parecida al punto de vista de “La ladrona de libros”, pero va más allá.
Tendrás tiempo para reír, llorar, y enamorarte. Y yo creo que no pasará desapercibida, algo dentro de ti se removerá. Seguro. Y como no podía ser de otra manera, tengo que recomendar una de mis películas favoritas: Noviembre dulce. La banda sonora es muy buena. Como todas en las que aparece Enya.
¿Tu intento de redención es porque tienes remordimientos o porque tienes miedo de que abolle el capó de tu cochazo?
Libros
Este pasado mes me compré varios libros. Tengo un Kindle y aún así me empeño en tocarlo todo tal como se pensó en un principio. Ahora estoy en pleno proceso de “Gone Girl / Gillian Flynn”, el libro que inspiró la película “Perdida”. Me han recomendado muchísimo la novela, con un final que no te imaginas. Puestos a elegir entre la versión original de la historia y la interpretación particular de un director de cine, me quedo con lo primero. Así que mientras me lo termino, mi recomendación la basaré en uno de mis libros favoritos: El retrato de Dorian Gray.
“Fue enamorándose cada vez más de su propia belleza e interesándose más cada vez en la corrupción de su propia alma. Examinaba con un cuidado minucioso, y a veces con un monstruoso y terrible deleite, las espantosas líneas que marcaban la arrugada frente, o que reptaban alrededor de la boca pesada y sensual, preguntándose en ocasiones cuáles eran más horribles, las señales del pecado o las señales de la edad.”
No entendía por qué la tumba de Oscar Wilde estaba siempre tan llena de marcas de pintalabios y besos varios. Pero su capacidad ácida, cruda y sincera de retratar sus propios pensamientos a través de personajes totalmente contrastados te hace ver el mundo desde todas las perspectivas de su época. Puedes entender cómo veía él la sociedad, y las diferentes personalidades que distinguía. Es un libro lleno de frases para la posteridad. De hecho, mi ejemplar está lleno de post-its y marcapáginas. Es un libro que o gusta mucho o aburre mucho, como la ópera. Al principio puede parecer algo engorroso y da muchas vueltas, pero los diálogos y algún que otro monólogo me parecen sublimes. Si te decides por leértelo, espero que me cuentes qué te pareció.
Friday, I’m in love
Dejando a un lado las dietas, mi descubrimiento gastronómico madrileño se sirve con pan de hamburguesa, queso fundido, aros de cebolla y nachos. The good Burger es la nueva franquicia de hamburguesas que apuesta por un tamaño estándar de producto (vamos, que son hamburguesas pequeñas) y se centra más en los ingredientes. A mi parecer, lo que más llama la atención del lugar es la decoración del establecimiento (fui al que está en la Plaza de la Paja, La Latina) con bicis y materiales muy pro ecología. Y lo más curioso: te dan un aparato que suena (escandalosamente) cuando tu pedido ya está listo. Eso sí, no intentes apagar el cacharro porque podrías liarla parda. Como yo.
Pues de momento, ésto es todo, amigos.