Pues hace tiempo que tengo en mente el escribir una entrada acerca de los fabulosos Close Lobsters, muy seguramente en torno a ese maravilloso “Foxheads Stalk This Land” con el que debutaron en 1987, pero por un motivo u otro, lo acabo dejando y las intenciones se quedan de momento en eso, en intenciones.
El caso es que mi crónico despiste me pone en bandeja la ocasión de oro para escribir sobre el grupo escocés, desaparecido de escena durante muchos años, y felizmente dispuesto a recuperar el tiempo (y el público) perdido. Claro, esto lo digo ahora, cuando ha pasado casi un año desde que el grupo de Andrew Burnett reapareció con la publicación de “Kunstwerk in Spacetime” para el sello Shelflife, mientras un servidor andaba mirando a los pajarillos o sabe Dios qué cosa, completamente ignorante de la resurrección del proyecto y del -esto es lo peor de todo- increíble estado de forma de la banda de Paisley.
Un poco de historia, que ya veo que -como siempre- me estoy embalando con los adjetivos, y más de uno anda aún con cara de avaraveraverperoquiénessonestostíos. Por poneros en antecedentes, supongo que lo más directo es decir que el de los Close Lobsters es uno 22 nombres que aparecen en la archirrequetemítica cinta aquella del C86, el verdadero who is who de la aristocracia de las islas en aquel momento (Ahora sí que no voy a dejar que me pongáis cara de “pero de qué demonios estás hablando”: si queda alguno que no sabe qué es eso de la cinta del C86, que se vaya a la wikipedia). Sumadle a ese pedigree el hecho de ser escoceses y jóvenes en una época en la que la etiqueta “el sonido de la joven Escocia” era un pasaporte directo al paraíso, y añadidle además un interesante giro nuevaolero que emparentaba el sonido jangly de sus guitarras con cosas aparecidas al otro lado del Atlántico.
El caso es que a pesar de contar con un repertorio magnífico, (“In Spite Of These Times” me pone de rodillas en el suelo, tal cual), Close Lobsters desapareció durante los años 90, sin dejar rastro, aún y cuando la crítica y las radios universitarias estadounidenses estaban rendidas a sus pies. Dos discos, un puñado de EP’s y fiushhhh! se esfumaron, una situación que se mantendría hasta que en 2012 algo en el aire les dijo a estos chicos, ya talluditos, que había llegado el momento de volver. Unos cuantos conciertos con los que ponerse en forma y… ¿serían capaces los Close Lobsters del siglo XXI de firmar canciones tan dignas como las que habían compuesto más de treinta años antes?
Nunca es tarde si la dicha es buena. O más vale tarde que nunca, no sé qué va mejor en esta ocasión: las dos canciones contenidas en el EP del año pasado (“Now Time” y “New York City in Space“) fueron las primeras publicadas de forma oficial por la banda desde 1989 (el sencillo “Steel Love” aparecido en 2012 no era otra cosa que la edición en vinilo de dos antiguas demos), y son simplemente extraordinarias. Sobre todo la primera, qué queréis que os diga: no sé en qué andaría yo el 27 de mayo de 2014, pero es uno de esos días en los que todo debería haberse parado, por lo menos durante los 6.17 minutos que dura el brillo de esta joya de indie pop.
Más buenas noticias, y estas sí que son de este año. La gente de Fire Records ha debido de percatarse que no sólo ansiábamos el regreso de The Chills, sino que también hay muchas ganas de lo de los Close Lobsters, y sacó con ocasión del UK Record Store Day un cofre maravilloso compuesto por tres discos (vinilo o CD, cada uno según sus manías) que reúnen tanto el citado e insuperable ‘Foxheads Stalk This Land‘, como los posteriores y nada desdeñables ‘Headache Rhetoric‘, y (un recopilatorio del material entregado en formato EP) ‘Forever, Until Victory! The Singles Collection‘. Una oportunidad de oro para descubrir un grupo que nunca debería haber sido olvidado, y una tentación demasiado irresistible para el que esto escribe. Melchor, Gaspar, Baltasar (a la R.A.E. la tilde le va a poner de los nervios, pero necesito ser terriblemente enfático): ÉSTE. El libro de Bob Stanley (tenéis más datos en la carta), y este cofre.