Es muy mítico escuchar esa frase publicitaria que decía "¿A qué huelen las nubes?", pero hoy en día está más que pasado de moda. Lo que se lleva ahora es decir "¿De qué pueden estar hechas las nubes?" Y ante las posibles dudas y discrepancias que pueda provocar esto, Caitlind Brown tiene una solución. Esta artista canadiense presentó en un festival de artes su obra denominada "Cloud", una instalación luminosa formada por 6.000 bombillas que animaba al público a tocar e interactuar con la propia obra de arte, encendiendo y apagando las bombillas, creando de esta manera múltiples efectos luminosos dentro del espacio.
Podría parecer una acción de marketing de guerrilla de Twitter o de lámparas, pero no, esta vez es una obra de arte, fantástica. Visto en: 1 design per day