¿”Nuclear no” es decir “petróleo sí”?

Por Jumanji

Rescatamos Decir “Nuclear No” es lo mismo que decir “Petróleo Sí”, entrevista realizada a mediados de Abril de 2009 por el periódico de tirada nacional Público al Catedrático de la Universidad de Sevilla Manuel Lozano Leyva coincidiendo con la publicación de su libro Nucleares ¿por qué no? saca a la palestra ciertos aspectos de la generación eléctrica con esta tecnología cuya discusión resulta muy interesante.

Hay varios aspectos con los que coincido plenamente:

  • El libro busca dar información para que cada uno responda esa pregunta como quiera, pero a partir de una información, y no como resultado de una campaña de 25 años de eslóganes a la cual los científicos tenemos la responsabilidad de no haber respondido”. Totalmente de acuerdo. Siempre hemos defendido la necesidad de recabar información antes de adoptar cualquier postura fundada, lógica, y coherente.
  • Izquierda antinuclear vs. derecha pronuclear. Es cierto que la politización de las tecnologías de generación eléctrica solo se produce en España y en mi opinión tampoco tiene ningún sentido.
  • Ser prorrenovable no excluye poder ser pronuclear. Es cierto, ser partidario de la tecnología nuclear debería de ser independiente del apoyo a otras formas de generación.
  • El conocimiento puede contribuir a replantearse las posturas. El artículo introduce la experiencia de su mujer, antinuclear conversa. Independientemente de estar de acuerdo o no con su postura final y definitiva, a mí me parece muy sano tener la capacidad de escuchar siempre, y si poco a poco los argumentos se consideran convincentes, replantearse la postura.

No obstante, no comparto muchos otros argumentos:

  • “Nuclear No” significa “Petróleo Sí”, y el argumento es que “los días siguen teniendo sus noches y el viento sopla cuando puede. Por lo tanto, estas energías tienen que estar respaldadas. O por el carbón, el gas y el petróleo, o por las nucleares”. Esto está claro, pero existen tecnologías que utilizan fuentes de energía renovables actualmente que sí pueden gestionarse, como la solar termoeléctrica, la biomasa, la geotermia, los saltos de agua, etc. No se puede simplificar el mix renovable a la eólica y fotovoltaica únicamente. Además, existen más posibilidades aún como la eólica marina, la eficiencia energética, la incorporación en los lugares de consumo de sistemas de climatización alternativos, etc.
  • Cuando le preguntan por el Informe de Greenpeace para producir el 100% de la electricidad con Renovables, contesta con la poco convincente pregunta “¿en qué siglo?”. En 2050… Esto saca a la luz otro de los grandes mitos de la nuclear, que los reactores crecen como setas en Otoño. Un programa de implantación de centrales nucleares presentado por el Foro Nuclear exponía que, de haberse iniciado en 2010, los primeros 2.600-3.000 MW habrían podido entrar en funcionamiento en 2035. Las nucleares funcionan unas 8.000h al año, por tanto se requieren unos 8,7-10 MW de eólica terrestre o 4,3-5 MW de eólica marina para producir la misma cantidad de electricidad que estas primeras nucleares. Según el Plan de Acción de Energías Renovables (PANER) establecido por Bruselas, España debería de instalar de aquí a 2020 una potencia total de 15 MW de eólica terrestre y 3 MW de marina. Es decir, solo con eólica, España podría suministrar más del doble de la electricidad que podrían generar estas primeras centrales nucleares, con 15 años de antelación. Esto solo pretendemos que sirva para establecer órdenes de magnitud, y en ningún caso para asegurar que la nuclear puede ser sustituida únicamente por la tecnología eólica.
  • Respecto al objetivo de Greenpeace, añade: “Eso es falso. Son extrapolaciones. Es caer en la adivinación, que es lo que hacen los economistas con un éxito nulo. Si no, hubieran previsto la crisis en la que estamos”. Se puede estar de acuerdo con esta afirmación, pero entonces nos debería valer para los objetivos de implantación de TODAS las tecnologías de generación, nuclear incluida. Ahora bien, no debemos desconsiderar el hecho de que una situación que a día de hoy parece inviable acabe confirmándose. Demasiados ejemplos de esto nos ha dejado la historia.
  • El entrevistado se comería un bocadillo de la fuga radiactiva de Ascó y se bañaría en su piscina de residuos. Sería demasiado simplista preguntar ahora por las espinacas de Fukushima o por las piscinas de la central nipona, pero lo cierto es que se ha vuelto a demostrar que las nucleares sí conllevan riesgos reales.

Es interesante siempre echar la vista atrás para valorar si los escenarios que se planteaban iban bien encaminados. Es muy complicado establecer previsiones, y hacer un correcto análisis requiere necesariamente ser extremadamente cuidadosos con la fijación de las hipótesis.

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