Además, este movimiento y la asignación de equipos creativos novedosos a la gran mayoría de las colecciones, hace que DC haya vivido su propio “momento Image”, con diferentes dibujantes que han saltado a la palestra como guionistas, como en su día hicieron Jim Lee, Rob Liefeld o Todd McFarlane; y siguiendo la estela que en DC había marcado ya Tony Daniel, autor completo de sagas tan importantes como La Batalla por la Capucha y que ha continuado al frente de una de las colecciones de Batman. A él se ha unido el espectacular David Finch (con unos guiones que parecen ser bastante menos espectaculares que su dibujo), J.H Williams (que sabiamente se ha buscado un guionista con experiencia como apoyo para su Batwoman), y los autores del tomo del que vamos a hablar hoy: el dibujante Francis Manapul y el entintador Dennis Buccellato, que se encargan tanto del guión como del trabajo gráfico en Flash.
ECC ya nos ha traído el segundo tomo de la colección del velocista escarlata, incluyendo los números del 5 al 8 de la colección, donde nos encontramos con el final de la saga que dio inicio a la colección y el arranque de un nuevo arco. Y la verdad es que lo que este tomo parece ser que nos traerá tiene bastante mejor pinta que lo que hemos ido dejando atrás. Y es que quizá por comparación con los guiones anteriores (recordemos que la colección Flash había quedado tras Crisis Final en manos de Geoff Johns, que se vio acompañado por el impresionante Ethan van Sciver y posteriormente por el propio Manapul), quizá por añoranza de Wally West o quizá porque realmente el equipo que está al frente de la colección no llega todavía a hacer un trabajo más allá de la mera corrección, parece que el primer tomo de Flash supo a poco… y este trae planteamientos más interesantes, la verdad.
La lucha con Frío y los problemas con la propia Fuerza de la Velocidad son los dos motores de la historia que se nos cuenta en este tomo, en el que, como he dicho antes, se nos deja ver que pronto tendremos a Gorila Grodd entre nosotros. La lucha con Frío es bastante entretenida, la verdad, y quizá sea el desarrollo de la parte de la historia que transcurre en la Fuerza de la Velocidad (con aparición de un nuevo enemigo para Flash incluida) la que más da la impresión de flojear, no llegando más allá de una historia muy básica, al menos de momento.
Así que, bueno, nos encontramos ante una colección que, de momento, sin ser nada del otro mundo y estando incluida en este nivel medio que ha traído el nuDC (donde sin duda las auténticas joyas están siendo Batman, Batwoman o La Cosa del Pantano), al menos apunta hacia el entretenimiento, y hay que reconocer que el dibujo de Manapul tiene su puntillo.
¡Yo estoy deseando que llegue Grodd!