Su brillo se desmenuza
como polvo de roca.
Se desintegra.
De tanta fuerza.Fría sed.
Nunca fue rígido,
inmune o diamantino.Guardaba el pulsoque reanima las cosas.Era la esencia, el motor.Generaba las suertes,
los desmanes.Se contenía en sí mismo.Y en el mundo todo.
Esfera de poder,fuente de convicción,de los hechos sin demora.De lo preciso y cardinal.
Germen de los cuerpos,los números,las letras.
Una gramática entera.
Corazón de frágil mecánica
torturado en sus paredes,
sumergido en un plasmadel que no podrá vivir:
Ese medio no fluido
que desata corrientes,
vectores inversosde energía desmedida,la estricta pulsión maquinalde los duelos que rompen ejes.
Tensas las fibras,se clavan cual agujas.Sus flechas delgadas
quiebran la pátinade una canica reciacon núcleo de crema.