Hay recetas que no necesitan presentación, solo un instante de silencio para dejarnos disfrutar de su sencillez. Las nueces con miel pertenecen a ese selecto grupo de preparaciones que, con apenas dos ingredientes, logran despertar memoria, calidez y un placer casi primitivo. Son un recordatorio de que la cocina no siempre exige técnica; a veces basta con combinar lo que la naturaleza ya ha hecho.
Ingredientes
200 g de nueces (preferiblemente mitades)
150 ml de miel de buena calidad (floral, de azahar o de montaña)
1 pizca de sal (opcional, para realzar el sabor)
1 ramita de romero o tomillo (opcional, para aromatizar)
Elaboración
Tostar las nueces
Coloca las nueces en una sartén sin aceite.
Tuéstalas a fuego medio durante 4–5 minutos, removiendo constantemente, hasta que desprendan aroma y se doren ligeramente.
Retira del fuego y reserva.
Calentar la miel
En la misma sartén, vierte la miel.
Calienta a fuego muy bajo durante 2–3 minutos, solo hasta que esté fluida.
Si usas romero o tomillo, agrégalo en este momento para infusionar.
Incorporar las nueces
Añade las nueces tostadas a la miel caliente.
Remueve suavemente para que queden bien cubiertas.
Cocina 1–2 minutos más, sin que la miel hierva.
Servir o conservar
Puedes servirlas tibias como acompañamiento de quesos o postres.
O bien, dejar enfriar y guardar en un frasco hermético. Se conservan bien hasta 2 semanas.
Sugerencias de presentación
Sobre una tostada con queso de cabra.
Como topping para yogur natural o helado de vainilla.
En frascos decorativos como regalo casero.