Por fin la vuelta al cole de este año nos trae algo bueno: ¡vuelve Salvados de Jordi Évole! Y vuelve con un programa titulado Ciudadano Klínex en el que compara la democracia española con la suiza.
Los dos países son democráticos, pero no son iguales. Por ejemplo en España los referéndums los tiene que convocar el presidente del Gobierno, no son vinculantes y en la historia de la democracia española sólo se han convocado dos. En cambio en Suiza votan 4 o 5 veces al año referéndums, que son vinculantes y los pueden pedir los ciudadanos si recolectan la cantidad de firmas necesarias.
Otra diferencia es que en España las listas son cerradas, los ciudadanos pueden elegir los partidos pero no pueden elegir a los políticos (salvo en el Senado), mientras que en Suiza las listas son abiertas pudiendo hasta elegir políticos de partidos diferentes.
Además la alta participación de los ciudadanos en la política en Suiza ha hecho que los partidos políticos no se puedan permitir el lujo de hacer promesas electorales que no puedan cumplir, puesto que están sometidos a un alto control ciudadano continuo. Al contrario que en España dónde los políticos nos prometen mucho, nos usan para ganar, las elecciones y luego nos tiran a la basura junto a sus promesas convirtiéndonos en ciudadanos Klínex, de usar y tirar.
Ante estas diferencias la pregunta es clara: ¿tenemos los españoles una democracia lo suficientemente participativa?
Desde mi punto de vista la respuesta es no, porque no podemos conformarnos con votar cada cuatro años y que en ese periodo de tiempo la única herramienta que podamos usar los ciudadanos para “influir” en las decisiones políticas sea nuestro derecho a manifestación. Nuestras opiniones no deben quedarse únicamente en la calle sino que tienen que traspasar el congreso.
Como dice Julio Anguita: “en la entrevista los políticos sí te representan, te representarán mal o bien, pero te representan. Y si quieres que lo hagan bien tendrás que decirles en las urnas cómo deben representarte. Y decírselo una vez cada cuatro años es totalmente insuficiente e ineficaz“.
Aclarada esta cuestión mi pregunta es: ¿cómo conseguimos los ciudadanos una democracia más participativa si la que tenemos ahora no nos permite a los ciudadanos cambiarla? ¿Alguna idea? Compártela con nosotros, ¡esperamos tus comentarios!