Nuestra experiencia con el colecho

Por Avencia

Antes de ser madre tenía varias cosas muy claras. Una era que no iba a darle a mi hijo fórmula artificial, sólo pecho. Hasta el punto de regalar y donar todas las muestras de leche artificial que llegaba a mis manos. Aquí la industria es un tiburón y ya desde el embarazo te mandan muestras gratuitas desoyendo las recomendaciones de la OMS sobre el tema. La segundo es que nuestra cama era nuestra e iba a ser un espacio libre de bebés. Leyendo sobre el tema todo me parecía muy bonito y lo respeto, pero pensaba ‘Esto no es para mi. A mi me gusta dormir a pierna suelta con mi espacio y mis cambios de postura’. Entiendo que el niño no ha nacido para dormir solo en una cuna, y que necesita la seguridad de estar cerca de su madre, pero poco a poco le enseñaré que su madre está siempre disponible y cerca de cuna.
Cosleepin en la UCIN, aunque fuera sobre un sillón y el único que durmiera fuera el bebé.Pues ni lo uno ni lo otro! Los que conocéis nuestros comienzos con la teta (y los que no los podéis leer aquí) sabéis que hubo 3 días en los que la lactancia no fue exclusiva y el bebé tomó más de un biberón, y más de dos… Pero fue por prescripción médica, y era eso o la vía con suero glucosado o perder la patria potestad del niño a favor del hospital. Sin embargo en cuanto pudimos nuestro bebé ha estado a pecho y todavía hoy sigue sin haber tomado más leche artificial.
Con respecto al colecho, nos pensábamos que dormir con el bebé era meterlo en nuestra cama, pero nos equivocábamos. Tener en brazos al bebé mientras él duerme también es colechar. Y mientras nuestro bebé estaba ingresado en la UCIN cada vez que estábamos con él estaba en nuestros brazos. Piel con piel conmigo si yo estaba allí y en brazos de abuelos o padre cuando yo no podía estar.
Cuando llegamos a casa y tuvimos nuestra cama y la cunita de bebé a su lado las primeras noches me despertaba para darle un pecho, luego el otro, esperaba a que terminase, lo separaba del pecho, y lo ponía con cuidado el la cunita. Si por el camino se despertaba (cosa que pasaba 1 de cada 4 veces) otra vez a empezar con el proceso. El resultado es que dormía poquísimo y estabas muchas horas despierta durante la noche.
Una noche dije ‘Bueno, voy a probar a meterlo en la cama mientras le doy el pecho’. Y dormimos cómo lirones! Él se despertaba las mismas veces para mamar, pero yo lo enganchaba semidormida y enseguida cogía el sueño. Así que empezamos a colechar más por mí que por nuestro bebé y poco a poco nos ha ido gustando cada vez más.
Confieso que tener una cama libre de bebés es un gustazo. Poder cambiar de postura sin miedo a despertar a nadie. No tener que estar durmiendo de lado con el dolor de cadera que da eso … Y otras muchas ventajas. Pero tener a tu bebé cerca da mucha seguridad y mucha tranquilidad y es un somnífero natural. Normalmente nuestro bebé comienza la noche en su cuna y los días que ha dormido más tiempo y he estado mucho rato sin él en la cama no he dormido tan profundamente, sobretodo los primeros meses. Y para las madres de pecho es infinitamente más cómodo porque te puedes dormir tranquilamente, y el bebé ya se separará solo, además como la toma es más tranquila no hace falta ni sacar flatos! Y aunque no soy una colechadora nata, más bien adaptada a la necesidad, despertarte y ver cómo te sonríe tu hijo no tiene precio!
Y vosotras? Compartís vuestra cama?