Nuestra experiencia en el Playgroup Baby deli.

Por Anaperezllinares

Como sabeis, estaba un poco preocupada con las habilidades sociales de David... Parce que en las últimas dos semanas, como por arte de magia, se ha relajado bastante en este aspecto y tolera más la compañía de otras personas, pero con el fin de reforzarle en este aspecto, nos hemos apuntado a un grupo de juego de Baby deli.
La finalidad de estos grupos es preparar poquito a poco a los peques para la incorporación al cole, que vayan acostumbrandose a estar con mas niños, adquiriendo habitos e ir preparandolos lentamente para la separación. Por esa razón, muchas mamás, tras permanecer un ratito en el aula junto a sus niños, se salen otro rato fuera, para ver como reaccionan y que se vayan acostumbrando sin traumas.
Mi principal objetivo es que David se acostumbre a estar en grupo, que aprenda a relacionarse con otros niños, para apoyarle un poquito en este aspecto que le cuesta más. Así que, como le he dicho a la coordinadora del grupo, no tengo intención de dejarlo solo.
Antes de ir, ya hablé con ella por teléfono, expuse mi situación y mis objetivos y me comentó que no había ningun problema, que respetaríamos los ritmos de David y que nunca me trataría de convencer para hacer algo que yo no quisiera. Por lo que me dijeron, son muy favorables a la crianza natural.
Hoy he ido un poquito asustada, pensando que David no toleraría estar mas de 5 minutos y que estos cinco se los pasaría llorando y pidiendo ir a casa, pero afortunadamente no ha sido así!! Nada mas entrar, le ha encantado la tienda y ha curioseado cuentos y todo lo que encontraba a mano durante los diez minutos que faltaban para comenzar la actividad. Y cuando ha llegado la hora de empezar y han abierto la puerta del aula, se ha vuelto loco al ver que habían un montón de colchonetas en el suelo!!
Contrariamente a lo que esperaba, David no ha rechazado en absoluto ni la compañia de los otros niños ni a la monitora. No interactuaba con el resto de niños mas que para quitarles los juguetes, pero al menos no los rechazaba y participaba en las canciones, las carreras y los bailes. Lo más destacable es que ha estado eufórico...tanto que no ha parado de gritar todo el tiempo...tanto que tenía a los demás nenes un poco asustados.
La actividad dudaba casi dos horas y tras una hora de juegos y gritos, creo que como consecuencia el agotamiento debido a los altos niveles de adrenalina, se ha puesto a llorar y a pedir irse a casa. Y eso hemos hecho. Creo que retenerle allí a la fuerza sería contraproducente:  espero que así, cuando volvamos la semana que viene, guarde un recuerdo agradable y no lo recuerde como un lugar en el que le obligan a estar.
Luego he llamado a la monitora de la actividad, para hablar de sus impresiones acerca de David, y me ha dicho que es un peque con un exceso de energía considerable, pero que eso no es algo malo, sino todo lo contrario, solo que hay que enseñarle a canalizarlo. Por lo que me cuenta, los otros nenes estaban cohibidos por tanta explosión de actividad y por tantos gritos de alegría!!! Me ha comentado que le va a costar un poquito adaptarse al juego en grupo y a compartir, puesto que hoy por hoy considera que todo es suyo y se pasa el rato quitandole las cosas a los demás. Pero tambien me ha dicho que dentro de esto hay un aspecto muy positivo y es que no se enfada ni llora cuando ella le quita el juguete de las manos y se lo devuelve al nene en cuestión....solo que en cuanto se despista lo vuelve a intentar!! En resumen, me ha dicho que para tratarse del primer día no ha estado nada mal y que hago bien en no forzarle a permanecer hasta el final de la actividad si no se encuentra con ganas.
Algo que me ha llamado la atención, pero que he respetado y que me ha parecido razonable, es que, al principio de la actividad, me ha dicho que cuando surgiera algun conflicto entre David y algún niño, que no interviniera yo, sino que dejara que lo hiciera ella. Me ha costado mucho no decirle que devolviera tal o cual juguete a tal o cual nene, pero me he contenido y he dejado que fuera ella quien lo hiciera. Y, salvo algun leve reniego, no ha ido nada mal!!!
Así que estoy muy contenta, porque creo que esta actividad puede venirnos muy bien. Y porque he disfrutado como una enana viendo a David jugar y pasarselo tan bien (aunque al final me haya pedido entre lloros que nos vayamos). Espero que el viernes que viene sea, al menos, igual de bueno que este y que no rechace ir.
El único aspecto negativo que le veo a todo el tema es el precio...pero bueno...todo sacrificio es bueno si sirve para  ayudar y hacer  feliz a mi pequeñin!!