La ciudad de Kobe era un destino que teníamos pensado visitar en nuestra segunda estadía en . Allí viviríamos dos hermosos días con la familia de Isamu, un chico japones que habíamos conocido en Tokyo en diciembre pasado y con el cual habíamos seguido en contacto por Facebook.
La historia de como conocimos a Isamu fue muy graciosa. Estábamos caminando por Shibuya en Tokyo, por la zona del famoso cruce, cuando escucho que alguien gritaba entre medio de toda la gente "Argentina, Argentina"... Cuando miramos bien de dónde provenían esos gritos vemos como un joven vestido íntegramente con la ropa del Club Boca Junior se acercaba corriendo hacia nosotros. Era Isamu. Fanático del fútbol, de Argentina y de Boca. Nos había reconocido porque yo llevaba la campera de la Selección Argentina de Fútbol y, con mis casi dos metros de altura, no pasaba desapercibido entre la gente. Fuimos a su encuentro, sorteando a millones de japones e Isamu empezó a cantar canciones de la hinchada de Boca mientras sacaba de un bolso gorros, banderas y remeras con los colores azul y amarillo. Las personas a nuestro alrededor, que se podían contar por miles, nos miraban entre sorprendidos y asustados. Los japones son muy callados y de pronto se encontraban con tres locos que se ponían a gritar y cantar en el medio de la calle. Nos sacamos varias fotos con la estatua del perro Hāchico, y nos intercambiamos el Facebook. Desde ese día que seguimos en contacto con Isamu.
Cuando le contamos que volvíamos a Japón en abril por 10 días, no dudó en invitarnos a la casa de sus padres en Kobe para pasar un fin de semana con ellos. Llegamos a Kobe bien temprano en la mañana del domingo 5 de abril. El tiempo no acompañaba, ya que estaba lloviendo pero, a pesar de todo, disfrutaríamos de un hermoso día en compañía de Isamu y su familia. Él, junto a su padre, nos estaban esperando en la estación de tren. Cargamos nuestras mochilas en el auto y salimos. Al principio pensábamos que íbamos hacia la casa de ellos, pero varias sorpresas nos esperaban ese día.
En un momento Isamu nos dice que estábamos a punto de cruzar el puente mas largo del mundo, de 4 kilometros, que une Kobe con la isla de Awaji. Ok. Dijimos, ¿deben vivir en Awaji? Pero no. Allí paramos a sacar fotos de la bahía con el puente como actor principal y seguimos viaje. El paisaje era hermoso. Montañas a ambos lados de la autopista y cerezos por doquier en su mejor época. Pasó alrededor de una hora cuando nos dicen que vamos a cruzar otro puente hacia la la Perfectura de Tokushima. Ok. ahora si. Viven en Tokushima. Pero nos equivocabamos otra vez. En Tokushima nos invitaron a una excursión en barco donde fuimos a ver unos remolinos que se forman abajo del puente producto de las distintas corrientes de agua... o de Goodzila, quien sabe?. Un espectáculo fantástico donde hicimos muchas fotos y disfrutamos del tour. Cuando salimos de ahí nos llevaron a un restaurante donde comimos unos ricos Sushis y los dos primeros regalos llegaron; una bolsa con diferentes snacks japones y dos gorros pescadores color azul índigo...
Luego de almorzar emprendimos el regreso hacia la ciudad de Kobe. Paramos en un mercado donde vendían todo tipos de pescados. Cuatro o cinco cuadras con muchos puestitos. Cuando pasamos por un puesto donde vendían pulpos, Isamu comentó que a Kobe se la conoce como la ciudad de los pulpos y ahí mismo buscó un restaurante donde fuimos a comer Takoiaki, unas especies de bolitas con pulpo adentro. Riquísimas!!! Después de comer (otra vez) salimos para la zona del puerto. Anduvimos paseando por los shopping que están cerca de la bahía y a las 18hs decidimos ir finalmente a la casa de los padres de Isamu, ya que éste se tenía que ir en el tren de las 20hs rumbo a Tokyo.
Cuando llegamos la madre nos estaba esperando con la comida lista. Gyo-za, espinacas, langostinos fritos y rebozados, calabazas con sésamo negro, té verde. Un banquete para nosotros. Charlamos largo rato ( Isamu traducía ya que los padres no hablan inglés ni español) y luego despedimos a Isamu. Nosotros nos quedamos en Kobe con la familia viviendo por dos días.
Fue una experiencia maravillosa. Nos atendieron como reyes. Por las noches, antes de irnos a dormir, nos alcanzaban a nuestra habitación frutillas y torta. Por las mañanas, cuando nos levantábamos, teníamos el desayuno preparado en la mesa (té, ensalada de pepinos, tomate y lechuga, pan trenzado con salchichas, tostadas, facturas al estilo japonés, omeletes). Al igual que nos esperaban con la cena cuando volvíamos a la noche (salmón marinado con salsa de soja, arroz con arvejas, ensalada de repollo y puerco, sopa de verduras, Sashimi). Nos hicieron muchos regalos. Hablamos, como podíamos, de fútbol, de manga, de anime. El padre conocía a todos los jugadores del plantel de Argentina ´78, la hermana conocía a los jugadores argentinos actuales que están en Europa. Salió el tema de los dibujitos Los Super Campeones (el nombre real es Capitan Tsubasa), Los caballeros del Zodiaco (Saint Seiya), Sakura Card Captor. Nos enseñaros la diferencia entre los tres caracteres japoneses que usan ellos. El Kanji, Hiragana y Katakana.
Fueron dos hermosos días con nuestra familia japonesa en Kobe. Dos días donde nos hicieron sentir parte de ellos y nos trataron de maravillas. Estamos muy agradecidos de haber compartidos estos lindos momentos con Isamu y su familia en Kobe. Prometimos volver algún día.
Nos estamos leyendo...
The following two tabs change content below.