Nuestra infancia en los videojuegos

Publicado el 11 febrero 2012 por Bern


Muchos de vosotros ya habréis entrado en una edad en la que día tras día se nos suman las responsabilidades, las tareas profesionales y domésticas. Pero esto no quita que nuestra pasión por los videojuegos se haya esfumado, sino que sigue tan presente como siempre.
Los videojuegos son un arte. Una expresión artística y lúdica en el que un puñado de píxeles inundaban nuestras consolas en sus pantallas monocromáticas y dónde hoy en día, millones de polígonos nos dejan boquiabiertos frente a nuestras pantallas. La complejidad y profundidad hacen de los juegos de nueva generación dignos de unas superproducciones de Hollywood y si no, que se lo digan a Gears of War 3, Zelda Skyward Sword o al mismísimo Bruce Wayne en Batman Arkhan City.

Eso si, para llegar hasta dónde estamos, recordaros que hace apenas unos 20 años aquí un servidor (y muchos de vosotros) empuñaba una de las consolas más divertidas y portátiles, que si la comparamos hoy en día con nuestros smartphones podría considerarse un dinosaurio del pleistoceno… ¡Estamos hablando de la conocidísima GameBoy!
¡Que levante la mano quien no haya conocido y jugado al sencillo control pero complejo sistema de juego de Tetris! Unos píxeles que podíamos girar a la izquierda o la derecha y en el que el objetivo principal era el de crear líneas en huecos para poder lanzar la nave especial.
Otro juegazo que seguros muchos recordaréis son los “shooters” y en particular a R-Type en el que tomábamos el control de una nave y disparábamos a diestro y siniestro a la infinita flota de enemigos que deambulaban por la pantalla.

Pero si un hay un género que ha evolucionado a nivel cinematográfico, es el de las plataformas, donde los “erizos” y “fontaneros” han evolucionado a juegos protagonizados por bellísimas mujeres atléticas del tipo de Lara Croft o aventureros del calibre de Nathan Drake en Uncharted. Este género que tan buenas horas nos ha hecho pasar no ha desaparecido en nuestras mentes pero si lo empezamos a recordar con cierta nostalgia.
Los videojuegos divierten, nos entretienen y sobre todo nos lo hacen pasar en grande. Se trata de un sector que ha ido creciendo con su público y si bien antes se veía como “una cosa de niños”, hoy en día ocupa grandes momento en el corazón de los mayores.