Nuestra manera de andar, fiel reflejo de nuestro caminar por la vida.

Por Myriam Cabanillas
El otro día me fijé en las suelas desgastadas de las zapatillas de lona de mis hijos y me dí cuenta de que su desgaste reflejaba al 100% su manera de caminar por la vida:
Las de mi hijo estaban totalmente desgastadas en las puntas, absolutamente lisas, como si solo caminase de puntillas...
Y así es el, camina de puntillas por la vida, deseoso de que su presencia no se note demasiado, evitando siempre ser el centro de atención, cuidadoso y comedido.
De pequeñito ya caminaba de puntillas  y aún hoy tiene esa costumbre, motivo por el que tropieza a menudo.
Las de mi coletitas tenían desgastados los talones  a fuerza de pisar con energía.
Ella es un torbellino que se hace oír quieran los demás o no.
Sus pasos fuertes y contundentes son audibles desde la otra punta de la casa.
Y yo?
Yo vuelvo a caminar sola por la vida después de que  un test diera positivo un 5 de Marzo de 2005.
Durante todo este tiempo he llevado a  mis hijos conmigo, bien de mi mano, empujando su carrito, porteandolos o en mi vientre y hoy por primera vez, me he visto caminando sola del todo, sin mas compañía que yo misma y me he dado cuenta de que no sabia como actuar:
Camino mas deprisa o un poco mas despacio?,
Meto las manos en los bolsillos o las dejo sueltas?,
Me llevo el bolso o lo dejo en casa?, total para solo un par de llaves y un móvil...
Y así es mi caminar por la vida que vivo y siento ahora mismo, indeciso e impreciso.
Esta que hoy camina sola, necesita reubicarse en su huequito en el mundo ahora que sus niños comienzan a crecer a pasos agigantados.
Y vosotr@s como camináis?

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