Seguramente la muñeca más famosa del mundo, con la que millones de niños han jugado a lo largo de 55 años, la Barbie, pueda desaparecer de las estanterías de las tiendas de juguetes. Durante dos años las ventas de muñecas Barbies han caído ininterrumpidamente y algunos hablan de estar viviendo sus últimos años.
Sin embargo, dejar a Barbie en el baúl de los recuerdos no es fácil para Mattel, el juguete insignia de la marca. Tampoco es la primera vez que la muñeca más vendida de todos los tiempos pasa por una situación similar, como ocurriera a principios del siglo XXI, Barbie registro diez trimestres consecutivos de caídas, sin embargo, volvió a retomar su liderato.
El de Barbie no es un caso más, en los últimos tiempos las nuevas tecnologías han copado el tiempo de los más pequeños y los muñecos han quedado relegados a un segundo plano. Es cierto que los nuevos juguetes adaptan la tecnología a actividades educativas y pedagógicas, pero no debemos olvidar que el ingenio y la imaginación también son parte imprescindible de la educación de nuestros hijos. También es verdad que disponemos de menos tiempo para estar con ellos, que estamos en un contexto social en el que la fatiga y el estrés laboral están al orden del día y los juguetes tecnológicos suponen una gran fuente de entretenimiento para los más pequeños y de descanso para nosotros.
Sin embargo, tenemos que aprender a combinar este tipo de juguetes con los muñecos para niños de toda la vida, menos complejos, más simples y que precisan de dejar volar la imaginación. Hay una edad para cada momento y, aunque podamos pensar lo contrario, los niños de ahora también buscan sus ratos de ingenio con juegos de toda la vida o las cosas más simples.