ya publicaré aquí la reseña, adelanto hoy dos poemas:
ÁRBOLES Por el parabrisas del viejo Land Rover
veo a las garzas sobrevolar el ganado.
La tarde empieza a declinar con los grillos.
El aire en la finca aún hierve
con los últimos minutos de sol.
Abro la ventanilla para apoyar mi brazo.
Mi padre me alcanza unos limones dulces.
Luego enciende el carro
y lo acelera durante un rato
hasta que nos ponemos en marcha
por el camino polvoriento, lleno de curvas,
bajo la sombra prolongada
de los árboles y la memoria.
EL SAMURÁI Lluvias breves despiden la primavera.
El sol aparece como un samurái
sobre la llanura del atardecer.
Subimos a la azotea a tomar una cerveza.
El viento sacude la soga del tendedero
con prensas de madera sin nada que sujetar.
Los árboles ondean su óleo verde.
Escucho el arrullo de las palomas
junto a los tanques de agua.
Cables y antenas enmarañan el cielo.
Charcos secándose en el piso ocre.
Nos quedamos callados, rogando por el alivio
de algo que no entendemos.
Las nubes con domicilio en los suburbios
se mueven apresuradas hacia la estación de trenes.