Ya sé que nos cuesta asumir esas experiencias que nos confrontan que nos sentimos perdidos y sentimos que esos son los peores momentos que hemos vivido.
No es fácil mostrar fortaleza para tratar de sentirnos bien, para seguir dando lo mejor de nosotros, cuando las cosas se nos ponen difíciles... pero todo en la vida es TEMPORAL, lo malo y lo bueno al final TERMINAN, aunque sintamos que a veces ciertas situaciones duran demasiado y nos cueste ver
el final. Comparto mi inquietud por las relaciones contructivas; de alguna forma mis cercanos y mis amigos, han sufrido en vivo y en directo mi "obsesión" por este tema , por hacer de la CONVIVENCIA FAMILIAR, un espacio para compartir desde el respeto la confianza y la responsabilidad.
Hacer realidad ese entorno saludable para el desarrollo, generar esa fuente de compromisos con objetivos comunes, crear espacios para dar acogida a los intereses y necesidades individuales armonizándolos con las necesidades de cada una de las personas que formamos la familia. Nuestra familia es nuestro primer referente del mundo , donde aprendemos a conocernos y a saber de nosotros mismos, y de todo lo que nos rodea. Dónde tomaos modelo para crear nuestra propia familia, donde aprendemos a emocionarnos, a comprometernos ya responsabilizarnos para hacer posible aquello que valoramos y consideramos que queremos mantener y para apartarnos de aquello que queremos dejar atrás. Mi familia, mi gran aliada , la que me ha aportado ese modelo, de la que formo parte. Testigo
de mi tiempo y de mi historia, conocedora de todas esas inquietudes mías de todos los momentos buenos y otros no tan buenos, pero que doy por bien empleados porque de todos esos momentos está hecha mi vida. Coaching Familiar, confieso que algunas personas al conocer mi dedicación, me han transmitido:
"Pierdes el tiempo, los conflictos y los problemas familiares no tienen solución". Acepto su verdad , puede que de alguna forma comparta ese sentimiento, pero sigo creyendo que aunque no podamos solucionar todos nuestros conflictos, esos momentos en los que nuestras fuerzas se han agotado, sin encontar respuestas que nos sirvan, sin conseguir resultados que nos sirvan para en nuestras relaciones...
Siempre nos queda ACEPTAR y me recuerdo a mi misma que aceptar no significa que estemos satisfechos o conformes con la situación, sino que aceptamos con humildad, sin resistencias, para desde esa aceptación sanar esas heridas del alma que nos impiden disfrutar en la vida. Pienso que ese es un buen aprendizaje para la convivencia, aceptarnos y aceptar a los demás, respetarnos y respetar a los otros, responsabilizarnos de nuestras propias vidas, dejando libre la responsabilidad de los otros para vivir su propia vida según su criterio y necesidad, y en eso todos ganamos.
Dar lo mejor de nosotros, especialmente en los momentos delicados, estar abiertos a aceptar, a darnos permisos para admitir otras formas de percibir, de entender , de sentir y vivir la vida .
Estar dispuestos a abandonar nuestras percepciones inflexibles y cerradas que minan nuestras relaciones y marcan nuestras historias familiares.
Aprender a sentirnos bien a pesar de que habrá conflictos, que por mucho que lo deseemos no podremos resolver...
Sara Cobos Coach Profesional y de Familia
www.diferenzia.com
Coaching Familiar