Cuando los coloreaba pensaba en cómo sería ver un globo real de estas características por el cielo, con telas disparatadas cosidas a mano de una forma un tanto alocada y sin orden ninguno.
Y de repente, con el balcón abierto uno de nuestros globos echó a volar y se perdió en el cielo azul de la mañana (de un día que no llovía, como hoy). Queremos anunciar que si alguien lo ve, puede subirse a bordo. Está invitado.