Nuestro Templo Esotérico

Publicado el 17 agosto 2015 por Habitalia
La Masonería es una escuela de autorrealización y un medio de servir al mundo, irradia un espíritu filosófico-moral y lleva impreso un sello de antigüedad remota, lo cual le aseguró el respeto y la veneración de casi todos los pueblos de la tierra.

Proclama la existencia de un principio creador el G.·. A.·. D.·. U.·., el amor a la humanidad y la fraternidad universal, basado en principios fundamentales de tolerancia mutua, respeto a si mismo y a los demás, y libertad absoluta de pensamiento y conciencia, y se ha constituido en fuente de energía y luz sobre los seres de la tierra.

Posee un ritual y toda una simbología universal de expresión y de enseñanza, y bajo un velo metafísico se perpetua y se encuentra el significado del filosófico de la Institución, y a través de la Iniciación se educa y canalizan las aptitudes y condiciones morales del hombre, acrecienta sus fuerzas, y da valor, uniéndolos por el secreto del juramento de principios inmutables.

Adoptó desde su origen las fórmulas iniciadoras de los tres grados simbólicos establecidos por Zaratustra para la recepción de los Magos, y la iniciación será siempre una de las claves de la Bóveda del templo.

Y si los hipócritas y los avaros se han introducido en el Templo, si hay renegados violando un juramento sagrado se debe a conductas humanas solamente.

Así como en los misterios de la antigüedad, al igual que hoy día, la Iniciación Masónica alude a la influencia de los cuerpos celestes sobre la tierra y las purificaciones del alma de quien se inicia.

El V.·.M.·. representa la Sabiduría el ler.·.Vig.·. el orden el 2do.·.Vig.·. la Belleza, que en este caso en particular es la docencia que se imparte, como la actividad mas bella de todo lo que ocurre en los trabajos Logiales.

Por eso la vida del H.·. es como un libro abierto, a semejanza del libro sagrado abierto sobre el altar, para recibir las luces que habitan el templo y distribuir a nuestro alrededor energía de paz, equilibrio , pureza y sensatez.

Tenemos que tener presente que cuando nos reunimos en el Templo Mas.·. habrá un intercambio interior muy intenso con Inteligencias del Universo, debemos preparamos en términos de pureza y equilibrio personal, para recibir la presencia del G.·.A.·.D.·.U.·. y será el lugar donde el hombre se encuentra y se relaciona con su propio origen, o sea con el Uno.

La personalidad queda fuera y entramos como almas, y así seremos columnas de conciencia, de luz, todos iguales, sin nombre, sin fama, ni status, sin identidad objetiva, pues la clave de los Misterios se encuentran en el aspecto operativo y cuando está en ángulo recto, los misterios se revelan solos y para ello debemos también respetar las cuatro herramientas cardinales básicas:

SILENCIO , al practicar el ritual se genera energía y no debemos hablar de ello, pues donde hay ruido no sucede nada, y dejemos que nuestros actos hablen, se debe evitar publicar las acciones buenas y positivas de los HH.·. para la sociedad.

Con el silencio facilitamos el descenso de Inteligencias sutiles (a través del Centro Coronario) y así realizar el trabajo de Inteligencias Superiores en este mundo objetivo.

SECRETO , así evitamos diluir la energía captada, y a ese efecto, tomemos como ejemplo a grandes iniciados como Moisés, Pitágoras e inclusive Jesús, el Cristo (que pertenecía a la Log. Asiria), porque no es necesario que nadie sepa que era H.·.M.·. .

La Masonería es uno de los siete caminos hacia la Luz, y siempre habrá maestros ascendidos en planos más elevados como el H.·.M.·. Rackozi o Conde de Saint Germain, que trabajan por la Mas. en planos esotéricos (que se realiza en nuestro templo interior) para que podemos actuar en círculos esotéricos que son las acciones en la vida cotidiana.

SERVICIO al saber utilizar los recursos de los H.·.H.·. de todo el planeta en beneficio de los carentes, ser fraternos con todas las unidades de vida,: seres humanos, reino animal y vegetal (e inclusive mineral).

Y cuando llevemos a cabo considerables actos de buena voluntad, se irá produciendo un crecimiento vertical y se nos revelarán muchas cosas dentro de nuestro templo, pero tengamos presente que cuando sirvamos a los demás no debemos descuidar tampoco a los más próximos, a nuestra propia familia.

Nuestra actividad en el mundo externo es la que decide si somos H.·.M:, si actuamos en el ángulo recto y conforme esta actuación recibiremos la energía invocada en el templo, "El Ojo que lo ve" que está en el Oriente, es el que observa nuestra conducta y nuestra actuación. Porque así estaríamos cancelando cualquier deuda que tengamos pendientes con el pasado, y al generar causas buenas originaremos indefectiblemente efectos buenos, pues como dijera el Gran Maestro Buda : "La vida de cada hombre es el resultado de su vivir anterior; las pasadas injusticias traen pena y dolor, así como la rectitud vivida anteriormente nos traen hoy día felicidad".

SENCILLEZ O SIMPLICIDAD, pues teniendo esa condición se puede realizar el trabajo sagrado sin ser molestado.

Y así como el templo se puede construir en cualquier habitación sin importar la forma pero con su orientación de Oriente a Occidente, sucede también con los H.M, lo importante es su orientación y para reconocer al Maestro M.·. no es necesario insignias ni condecoraciones, sino esas vibraciones de luz que emana de su alma.

No debemos ansiar los poderes ni premios de este mundo, sino la Gracia de ser mejores, y si no hacemos buen uso de esta responsabilidad que nos brindan, más nos valdría no haber recibido nada , porque debemos realizar una mayor rendición de cuentas de nuestros actos.

El Ritual Mas.·. es una imitación del funcionamiento de las energías de Universo y por ende es absorber ese flujo de energía en nuestro ser.

El Ritual correctamente realizado capacita la acción inteligente y da claridad a la mente y una de sus cualidades básicas es la sistematización, es la forma sagrada única y definida de realización de la tenida de abrir y cerrar el trabajos, igualmente el giro al conducirse dentro del templo es siempre hacia la derecha y no hacia la izquierda, a manera simbólica del funcionamiento de las inteligencias en el Universo, y las posiciones de sus oficiales es también simbólica porque marchan de acuerdo a las posiciones de las Luces Universales.

Además reiteramos que se adquiere una fuerza magn ética tremenda y esa energía del Templo se transmite silenciosamente al mundo exterior, al círculo familiar, social, profesional y siempre será una vibración de inspiración de quienes nos rodean, de ahí también la importancia de la ubicación geográfica estratégica de un templo para imantar positivamente a la comunidad.

Como manifestara un ascendido M.·.M: . Pakistaní llamado Kumar, "los grandes creadores de la Mas.·. simbolizaron en el Ritual los conocimientos de la cosmogénesis y también representa el drama de la antropogénesis, y la realización se efectúa de treinta y tres maneras, relacionando simbólicamente con las treinta y tres vértebras de la columna vertebral del ser humano, conducto de la energía que tenemos que algún día cada H.·.M.·. elevará desde el coxis hasta la glándula coronaría.".

El ritual sagrado está dividido en luces de tres tiempos:

1. La apertura que realiza la luz creadora, es decir el uno convirtiéndose en los muchos, y esa luz se refleja en el cuerpo de los HH.·. que trabajan en el templo y su demostración es la voluntad personal.

2. La tenida en el Templo, realizada por la luz preservadora y que se refleja en nosotros en el instinto de conservación personal.

3 . La clausura del templo, que la lleva a cabo la luz reproductora, que también se refleja en el cuerpo físico como la facultad de concluir alguna actividad iniciada.

Y toda esta energía espiritual acopiada debe anclarse compartiendo el pan entre los HH.·., así como lo hiciera Jesús, rompiendo con la mano en trozos, el pan y distribuyéndolo entre sus discípulos.

Este hecho de anclar las energías invocadas es la concepción original de las fiestas masónicas, la cual debemos equilibrar para no terminar en excesos de gula y de alcohol, lo cual tampoco es virtuoso, pues bien pudiéramos invertir ese dinero en beneficio de personas más necesitadas.