En un partido en el que empezamos mejor de lo que solemos hacerlo cuando jugamos fuera, con ataque, asustando a un Valencia con miedo a perder y si bien no creamos peligro inminente si tuvimos el balón y a los ché les costaba quitárnoslo.
Todo hacía indicar un partido de tú a tú con ocasiones para los dos y que finalmente se llevaría el que mejor lo hiciese, pero.... no contábamos con nuestros fallos y que estos nos condenaran a la derrota. Primero, el penalti de niños que hace Diogo a Negredo en una jugada en la que el balón se iba muy largo y con dificultades para el vallecano, pero ahí estaba el portugués para hacer el primer regalito al Valencia. No nos descomponemos y tratamos de seguir en la línea marcada desde el inicio hasta que llega nuestro segundo fallo. Falta a nuestro favor, balón que cuelga Deulofeu, se queda corto, el Valencia sale a la contra y el propio Deulofeu ve como comienza la jugada valencianista sin que amague siquiera el interceptar la jugada. Poco tiempo después, el árbitro nos obsequia con un penalti inexistente con el que Bacca acorta distancia y por si fuera poco, nos pita otra pena máxima a favor (esta si que lo fue) para que llegue nuestro tercer fallo. Penalti marrado por Bacca y todo sigue igual.
Salimos en la segunda parte con el Valencia algo más centrado y con el balón en su poder para en una contra propiciar nuestro cuarto fallo en un mal despeje de Beto que se queda corto y da la opción a los atacantes valencianistas de hacer el tercer gol.
De ahí al final todo fue un quiero y no puedo de un Sevilla que lo intentó pero que se encontró a un Valencia que tuvo incluso ocasiones a la contra para hacer algún otro gol y aun más cuando nos lanzamos a la desesperada arriba con el cambio de Pareja por Iago Aspas.
Seis goles encajados en tres días. Mucha tela ¿no?. Esto sólo se cura con una dosis de machada de esas que tuvimos la temporada pasada y reventarle la eliminatoria de Copa del Rey al Español.
Ya tiene titulares el periodicucho local de antideporte para su edición del lunes. Penosos.