A lo mejor hacerle una visita a vuestro oftalmólogo no es una cuestión que se os haya pasado por la cabeza en los últimos tiempos, pero os digo una cosa: nuestros ojos están sufriendo bastante esta situación que nos ha traído el tema del COVID19 y conviene cuidarlos. Os doy algunas pautas para hacerlo.
En los últimos meses todos nos hemos pasado muchas horas delante de los ordenadores y los móviles. El teletrabajo, las redes sociales, las clases de los chicos, mucho tiempo libre y no poder salir o pasar el tiempo como solíamos hacerlo, Netflix, Youtube, Amazon Prime... Que levante la mano quien no se haya visto al menos un par de series enteras y a quien no le haya llegado al menos una vez ese aviso en el móvil que dice "la semana pasada, el tiempo de uso del móvil aumentó un x%" (yo prefiero no ver ese aviso, la verdad 😜).
Por eso me habéis visto más de una vez en mis fotos y Stories con mis gafas de ver. Lo curioso es que no están graduadas. Son especiales para que la luz azul de las pantallas del ordenador y el móvil no dañe los ojos. Y no solo hablo del globo ocular, sino de la delicada piel del contorno. Por si no lo sabíais, esa luz puede provocar daños que son similares en cierto modo a los que produce el sol, así que más nos vale protegernos y más cuando pasamos tantas horas al día expuestos a ellos, incluso sin darnos cuenta.
No sé si os pasa, pero a mí, sobretodo a última hora del día, me empiezan a molestar las luces de las pantallas. Es como si me deslumbraran demasiado. Y esa es una de las maneras de detectar el efecto que la luz azul tiene. Por eso las gafas me ayudan mucho.
Además, me ayudan también a que los ojos no se me resequen. No sé si conocéis el síndrome del ojo seco, una patología que en España afecta a unos 5 millones de personas -y muchas de ellas no están diagnosticadas-. Aunque es un problema que afecta fundamentalmente a mujeres mayores de 50 años, el uso y abuso de las pantallas puede acelerar el desarrollo del mismo.
Y como este síndrome puede ir más allá de una simple "falta de lágrima" y desencadenar problemas más graves como lesiones en la córnea y otros problemas visuales, conviene saber bien cómo identificarlo y, más aún, cómo tratarlo.
El ojo seco puede tener como causantes la edad, la menopausia, el tabaquismo o la ingesta de ansiolíticos, antidepresivos, anticonceptivos y otros medicamentos, y se manifiesta en forma de quemazón, sequedad en los ojos, ardor, enrojecimiento, sensación de tener arenilla... Lo suyo es que un profesional de la oftalmología nos haga un diagnóstico para saber cómo tratarlo adecuadamente, pues hay diferentes formas de abordarlo.
Se pueden usar lágrimas artificiales en forma de colirios, geles, medicamentos como los corticoides, tapones en el lagrimal e incluso láser para estimular las glándulas para que produzcan más lágrimas.
Pero más importante que eso es procurar prevenir este síndrome del ojos seco. ¿Y cómo se hace eso? Pues evitando el tabaco, estar en lugares con el aire acondicionado o la calefacción muy fuertes -porque resecan el ambiente-, abusar de las lentillas y las pantallas, usar gafas de protección de la luz azul, usar gafas de sol adecuadas, etc.
Por último, ante cualquier síntoma que nos haga pensar que podemos llegar a tener este problema conviene pedir cita con un profesional para que nos haga un examen adecuado y nos dé el tratamiento más conveniente.
Y vosotros, ¿habéis notado que vuestros ojos están sufriendo también esta nueva situación en la que nos encontramos?
Las gafas de estas fotos son de Scalpers, y las tenéis en Innova Ópticas, por si me vais a preguntar 😉