Retener en sepia los rincones
y hacer del espacio tablas inmensas
por las que desfilan las mentiras
y se desvanecen las almas en pena.
Es posible que la tangibilidad de la vida
pase a la dimensión incorpórea.
Es posible que la materia amanezca como energía.
Buscar en sepia razones
que definan las formas y el volumen,
se vuelve necesario para comprender
que los personajes viajan a ritmo de soledades
y argumentos escritos para mil verdades.
Sheherezade Sheherezade
Madrid, 21 de junio de 2014
Preámbulo de nuestra seguidora y amiga Sheherezade Sheherezade que ilustra en sentimientos el puesto por nosotros al husmear en rincones sepia, en busca de almas y argumentos de mil verdades.
Introducción
En el estudio de investigación que estamos realizando sobre los cafés madrileños que Galdós cita en sus obras, nos hemos topado con una ambigüedad a la hora de tratar el Café de Fornos.
Comenzaremos documentando todo cuanto hay que aclarar sobre la "biografía" del mítico Café y sus dueños. Para ello nos trasladaremos a los años 50 del siglo XIX, que es cuando los Fornos comienzan a incursionar en el ramo hostelero. Iremos avanzando hasta el siglo XX, y en ese camino se aclararán los errores biográficos detectados.
Finalizado todo el proceso de documentación ofreceremos breves citas de las biografías que deberían ser rectificadas y las conclusiones obtenidas de este estudio.
Por una parte lamentamos que algunos cronistas deban hacer una pequeña modificación en sus biografías; por otra parte, nos alegramos de aportar algo nuevo a la historia urbana de Madrid y recuperar del olvido el recuerdo de un empresario patriota: Manuel Antonio Fornos.
Advertimos que quedan en el tintero infinidad de detalles que hicieron el día a día del Café de Fornos. Hemos seleccionado aquellas noticias y acontecimientos más destacados, poniendo principal interés en sus propietarios.
Nueva biografía del Café de Fornos
La introducción que hemos hecho merece un detallado análisis para que nadie se sienta ofendido -que no es ni mucho menos nuestra intención- y se aporten nuevos datos de consulta. Para ello debemos remontarnos a los tiempos de Isabel II y la Revolución de 1854 que dio paso al bienio progresista.
Aquella Revolución, acaudillada por los generales Domingo Dulce y Leopoldo O'Donnell, comenzó con el enfrentamiento contra las tropas gubernamentales en el pueblo de Vicálvaro, por lo que recibió el nombre de "Vicalvarada".
Con la intención de reducir al máximo el contenido del artículo, invitamos a nuestros lectores a conocer más detalles sobre este suceso en el portal ArteHistoria
Todos los derechos © Galería Augusto Ferrer-Dalmau
"Capitán Francisco Bermudez de Castro"
Lámina 57x64cm
Texto de la galería: Representa la acción vivida por la Artillera
en los alrededores de la calle Alcalá el 14 de Julio de 1856,
con ocasión de las revueltas acaecidas en la capital de España.
Manuel Antonio Fornos y la Vicalvarada
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, en los antiguos cafés madrileños se fraguaban todo tipo de estratagemas, entre ellas conspiraciones y revoluciones que hoy forman parte de la historia de España. Muchas de ellas tuvieron a Madrid como epicentro, y ese fue el caso de la Vicalvarada.
Uno de los ciudadanos que lucharon en las revueltas de Madrid fue don Manuel Antonio Fornos, el empresario patriota que mencionamos más arriba.
De puño y letra de don Manuel Antonio -entonces dueño del Café de las Cuatro Naciones- revivimos los disturbios ocurridos en Madrid el 18 y 19 de julio de 1854:
EL CLAMOR PÚBLICO, 1 de agosto de 1854
Desconocemos, de momento, la fecha del fallecimiento de Manuel Antonio Fornos, aunque creemos que pudo ocurrir entre 1867 y 1868. Como podemos comprobar por su carta a la redacción del diario El Clamor Público, salió vivo de aquella refriega, resultando herido, pero no de gravedad.
Así consta en la lista de heridos en el alzamiento nacional publicada por el Diario Oficial de Avisos de Madrid del 9 de diciembre de 1854
En la lista figura Fornos, Manuel Antonio - Estado: Casado - Herido en el Puesto de la Carrera de San Gerónimo - Con domicilio en la calle Sevilla, 11 bajo - Primer Socorro extraordinario: 400 - Segundo Socorro extraordinario: 800 - Total general: 1200 reales.
El dato que aportamos a continuación tiene importancia cronológica para la investigación que nos ocupa.
En el diario democrático La Discusión, del 6 de marzo de 1859, figura don Manuel Fornos (sin su segundo nombre: Antonio) en la lista de donantes a beneficio de los huérfanos de D. Tomás Brú, con un importe de 14 reales. Ese era el precio de las butacas adquiridas por D. Manuel para la fiesta benéfica celebrada en el Teatro Lópe de Vega el 27 de enero de aquel año.
Fornos: familia y negocios
Manuel Antonio Fornos estaba casado con doña Leonor Colín. Fruto de su matrimonio nacieron cuatro hijos: Manuel (Manolo), José (Pepe), Carlos, y una hija cuyo nombre desconocemos.
En la evocación que un periodista hace sobre el Café de Fornos y la memoria de Manuel (Manolo) Fornos, se cita a la familia del entonces ya difunto cabeza de familia, D. Manuel Antonio Fornos.
LA EPOCA, 15 de julio de 1904
De esta noticia queremos destacar el siguiente párrafo:
"[...] Carlos, Manolo y Pepe, que, con su bellísima hermana, eran los hijos que había dejado Fornos, se sentaban son la respetable madre en la mesa de frente al mostrador [...]"
El emprendedor Sr. Fornos y su mujer, propietarios del Café de las Cuatro Estaciones, se harán con el Café Europeo y lo reinaugurarán la noche del jueves 28 de marzo de 1861. Así lo informa El Contemporáneo del sábado 30 de mayo de 1861:
EL CONTEMPORANEO, 30 de marzo de 1861
De esta noticia queremos destacar el siguiente párrafo:
"El jueves por la noche volvió a abrir sus puertas al público el Café Europeo, que ha pasado a ser propiedad del Sr. Fornos, dueño del de las Cuatro Naciones."
Lo corrobora ese mismo día el diario democrático La Discusión:
LA DISCUSION, 30 de marzo de 1861
José Fernández Bremón, con motivo del suicidio de Manuel (Manolo) Fornos (tema que tratamos más adelante), escribirá en La Ilustración Española y Americana del 22 de julio de 1904:
LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA, 22 de julio de 1904
De esta noticia queremos destacar el siguiente párrafo:
"Recuerdo a Manolo-así se le llamaba-que era un buen muchacho y un buen carambolista: al empuje de Carlos y Manuel Fornos se debió que los padres crearan otro establecimiento más espacioso, El Europeo [...]"
Como vemos en estas noticias, y lo reiteramos, Manuel Antonio Fornos y su esposa fueron los propietarios de los Cafés de las Cuatro Naciones y Europeo. Carlos y Manuel (Manolo), muy jovencitos en aquel tiempo, pero visionarios como sus padres, aportaron su parte de entusiasmo para llevar a buen fin aquella empresa. Sin lugar a dudas, José (Pepe), el otro hermano, también tuvo su parte de implicación.
Café de las Cuatro Naciones
Poco conocemos de este comercio de Manuel Antonio Fornos.
Desde 1850 se menciona el Café de las Cuatro Naciones en anuncios y avisos de los periódicos. No como reclamo sino como referencia de ubicación; por ejemplo, tal cosa se vende en tal sitio, frente al Café de las Cuatro Naciones, que está ubicado en la calle Sevilla.
La primera referencia literaria aparece en un cuento de Stenio titulado "El hombre-animal", publicado el 26 de abril de 1852 en El Nuevo Daguerrotipo, periódico satírico de costumbres:
"El hombre-animal es muy metódico: por todo lo del mundo alteraría la hora de comer, y dejarla de tomar su café en las Cuatro Naciones, donde, después de haberse fumado un cigarrillo, se pone á jugar á la malilla con algunos amigos. Todos los lunes asiste á los toros, única función que le satisface."
La primera noticia de sucesos ocurridos en el de las Cuatro Naciones la publica El Clamor Público el 1º de septiembre de 1855:
EL CLAMOR PÚBLICO, 1 de septiembre de 1855
Fue Café revolucionario, económico y cantante; cada cosa en su justo momento.
Luis Rivera en su cuento "A través de los baños minerales (historia de un soltero cursi)", publicado en el periódico político satírico Gil Blas, del 5 de diciembre de 1867, menciona al de las Cuatro Naciones en su etapa de café cantante:
"Fue al Café de las Cuatro Naciones y preguntó por Manguela.
-¿Manguela? contestó un chulo que estaba acompañando con las palmas a una joven cantaora."
En su libro "Los Cafés Cantantes (1846-1936)", José Blas Vega corrobora lo que decimos, que poco se conoce sobre este Café de las Cuatro Naciones, pero aporta un dato: "En 1868 pasó a manos de don José Lambernis." Podríamos seguir esta pista, pero no viene al caso.
Café Europeo
Como hemos citado más arriba, Manuel Antonio Fornos y su esposa reinauguraron el Café Europeo la noche del jueves 28 de marzo de 1861. El diario La Discusión, del domingo 23 de marzo del mismo año, decía que la apertura sería esa misma noche.
Las noticias de los años 1858 y 1859 se referían a la inauguración del primitivo Café Europeo que, al parecer, tuvo dos dueños antes de que lo reinaugurara el matrimonio Fornos.
LA ÉPOCA, 26 de marzo de 1858
DIARIO OFICIAL DE AVISOS, 15 de enero de 1859
LA DISCUSION, 13 de febrero de 1859
Por fín, el sábado 30 de marzo de 1861, el diario La Discusión publicará:
Dice el Heraldo de Madrid del 14 de julio de 1904, recordando la trayectoria de la familia Fornos y en memoria de Manuel (Manolo) Fornos:
De esta noticia queremos destacar los siguientes párrafos:
"[...] estaba establecido en la calle de Sevilla, y en el mismo local que hoy ocupa el Inglés, un café de mucho crédito, denominado el Europeo."
"Este matrimonio modelo dió mucho impulso al negocio del café. [...] Al mismo tiempo que prosperaba el negocio, se aumentaba la familia de aquel matrimonio modelo, y cuando murió el buen Fornos, que así se llamaba el marido, dejó un saneado capital, tres hijos varones y una hija hermosísima."
Inauguración del Fornos
Una tarde en que son hornoslas calles de nuestra Villa,entra en el Café de Fornosun paleto de Bodilla;y con sencillez de nenedice así que el limón prueba:-¡Y que fresca se mantienela bebida en esta cueva!Anton de Loreaga
El Café de Fornos será inaugurado la noche del 20 de julio de 1870 en la calle de Alcalá número 19, esquina a la de Peligros, y estará regentado por la viuda de Fornos y sus hijos, Manuel (Manolo), Carlos, José (Pepe) y una hermana de la que desconocemos su nombre.
Sabemos que dicha hermana estaba casada con D. Manuel Martínez, asociado a la empresa familiar. En algún momento de este artículo aparecerá el nombre de Manuel Martínes Fornos, hijo de aquel matrimonio y sobrino de los hermanos Fornos.
Así anunciaba la inauguración el periódico La Época del 21 de julio de 1870.
De esta noticia queremos destacar los siguientes párrafos:
"Anoche se inauguró el café de la señora viuda e hijos de Fornos, situado en la calle de Alcalá, esquina a la de Peligros [...]"
"A los invitados a la reunión de ayer obsequiaron la señora viuda e hijos de Fornos con amabilidad esquisita."
La Época, del 7 de enero de 1908 recordará:
"La inauguración del café da Fornos constituyó una verdadera solemnidad para Madrid, y durante muchos días fué materialmente imposible entrar en el nuevo establecimiento, emplazado en el antiguo solar de las monjas Vallecas: tal era la aglomeración de público que, sentado alrededor de las mesas, permanecía allí estacionado horas y horas."
La revista La Ilustración de Madrid, del 27 de junio de 1870, reproducirá la Alegoría del té, una de las maravillosas obras pintadas y ornamentadas por Salas, Vallejo, Ferry y Busato, que junto a otras como la del café, el chocolate, los licores y los helados, conformaban el maravilloso conjunto de decorados que dieron fama al Fornos.
Completaba la decoración de los salones elegantes ornamentaciones estilo Luis XV. Sobre fondo blanco con filetes, florones y molduras de oro, lucían caprichosas grecas, cuadros de paisaje, pájaros y flores vistosas. Todo en perfecta armonía con los techos y mobiliario.
En 1902, el maestro Arija modificará y restaurará los decorados. Limpiará las pinturas, instalará nuevos aparatos de luz, y colocará vidrieras de colores en las ventanas.
CAFÉ DE FORNOS
LA REVISTA MODERNA, 21 de mayo de 1898
Fotografía de Company
Suicidio de Manuel Fornos
El diario republicano El Porvenir, del 17 de julio de 1904, anunciaba la noticia del suicidio de D. Manuel Fornos.
EL PORVENIR, 14 de julio de 1904
El Porvenir continúa la crónica de este suceso diciendo que los dependientes acudieron inmediatamente y encontraron al Manuel Fornos sentado, con los ojos cerrados, y manchas de sangre en la ropa. En el suelo, junto al sillón, había un revolver.
Fornos presentaba una herida en la región mamaria izquierda, con orificio de salida por la región infraescapular del mismo lado. La herida era muy grave y, al momento de las primeras curas, se presentó el juez del Juzgado de guardia, Sr. Beneyto.
Para unos, Fornos estaba consciente, para otros no. Lo cierto es que del bolsillo de su chaqueta se extrajo una carta que llevaba y que iba dirigida al juez del distrito Centro. En ella explicaba los motivos que le llevaron a tan desesperada resolución.
Finalizada la declaración -según aquellos que decían que estaba consciente- pidió el herido que dejasen entrar a una señora amiga suya, llamada Josefa Pilar Fernández. Dicha señora figuraba en la carta como beneficiaria de todas la pertenencias de don Manuel Fornos, quien aludía como motivo del suicidio el estado en que se encontraban sus negocios. Al parecer, su hermano José (Pepe) estuvo junto a él.
Sobre el testamento a favor de Josefa, más tarde se sabrá por el periódico El Globo de 16 de julio de 1904:
EL GLOBO, 16 de julio de 1904
Con mayor o menor exageración en la narración del lamentable suceso, todos los periódicos coinciden en que al mediodía Manuel (Manolo) Fornos fue trasladado en camilla a su domicilio, donde perdió el conocimiento y falleció poco antes de las doce de la noche de ese día. Tenía sesenta años y desde hacía poco más de dos había sido nombrado concejal del Ayuntamiento.
Algunos cronistas dicen que Manuel (Manolo) Fornos se descerrajó un tiro en la cabeza, dato que no se corresponde con las noticias aquí publicadas, pero que puede ser fruto de una confusión. Dios tenga en la Gloria a este otro Fornos:
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 24 de septiembre de 1896
En los tantos periódicos consultados hemos comprobado que el Café de Fornos daba banquetes y recibía a importantes personalidades de todos los ámbitos casi a diario, lo que hace suponer que era un negocio muy próspero. Entonces ¿por qué Manuel se suicida por motivos económicos? Quizá parte de la respuesta esté en el escueto anuncio publicado por El Liberal del 8 de junio de 1904:
También cabe la posibilidad de que don Manuel fuese uno de esos románticos que hubo en el Madrid decimonónico, y que llevado por un impulso, más que por la desesperación, se pegase un tiro en el corazón.
Prueba de ello es el comentario hecho por el doctor Juliá, una de las últimas personas que tomó una copa con él pocas horas antes del suceso.
Según Juliá, Manuel le había dicho que se fijase bien en que era día 13, haciéndole consideraciones sobre "el desaliento que producen los desengaños de la vida cuando se adquiere el convencimiento de que los sacrificios se recompensan con la traición y con la falsía, desapareciendo las ilusiones del hogar." ["El suicidio de Fornos", noticia. EL DÍA. Viernes 15 de julio de 1904]
Funerales
El día 14 de junio, por la tarde, llegó de La Granja su hermano Carlos, quien fue recibido por su otro hermano, José (Pepe) y los sobrinos del primero.
El cadáver de Manuel fue entregado la mañana del día 15 a los médicos forenses para practicarle la autopsia. El dictamen de los facultativos fue entregado la tarde del mismo día al Juzgado correspondiente.
El sábado 16 recibió cristiana sepultura en el Cementerio de San Justo. El cortejo fúnebre estuvo acompañado por el Ayuntamiento en pleno y los familiares y amigos del difunto.
HERALDO DE MADRID, 13 de julio de 1905
La herencia de Manolo Fornos
El 27 de diciembre de 1910 se emplaza en el Diario Oficial de Avisos de Madrid, a doña Josefa Fernández Prieto y a don Manuel Martínez Fornos (sobrino del difunto)
Este fue uno más de los problemas que arrastró el Café de Fornos desde el suicidio de Manolo hasta su cierre definitivo.
Fallecimiento de Pepe Fornos
El famoso Pepe Fornos fallece la madrugada del 3 de febrero de 1913, después de una triste agonía.
Atención a las noticias que ahora reproducimos.
Habían pasado cuarenta y tres años desde la fundación del Café de Fornos y las crónicas sufrieron una importante distorsión sobre la verdadera historia. Esto pudo haber ocasionado la confusión que se refleja en las biografías actuales.
LA CORRESPONDENCIA DE ESPAÑA, 4 de febrero de 1913
De esta noticia queremos destacar el siguiente párrafo erróneo:
"La vida de Pepe Fornos, que en los últimos diez años ha sido de absoluto aislamiento, consagrado a la familia, pasó casi entera al frente del célebre café fundado por su padre [...]"
EL PAÍS, 4 de febrero de 1913
De esta noticia queremos destacar el siguiente párrafo erróneo:
"Una crisis aguda de diabetes llevó ayer al sepulcro a un madrileño popular y caballeroso, distinguido y afable, D. José Fornos, hijo del fundador del que fue célebre café Fornos."
Los periódicos publicaban casi la misma noticia con el mismo error. Como la siguiente de El Liberal:
EL LIBERAL, 4 de febrero de 1913
Fallecimiento de Carlos Fornos
Con la muerte de Carlos desaparece el último de los hermanos Fornos.
Desconocemos la fecha exacta del fallecimiento, pero, a tenor de los homenajes que le brindaron algunos periódicos, aconteció en el mes de marzo de 1917.
Sólo insertamos el encabezamiento de las noticias que, al menos en un caso, incurren en el mismo error que con José (Pepe) Fornos al decir que era hijo del fundador del Café de Fornos.
EL DÍA, 20 de marzo de 1917. Crónica de Millán Astray
EL PAÍS, 22 de marzo de 1917
LA NACIÓN, 22 de marzo de 1917
Muerte y resurrección del Café de Fornos
1873
La primera vez que se cerró el Café de Fornos fue el 19 de abril de 1873.
Esta es la crónica que motivó su cierre:
"Aquel día, en que se había entablado una guerra a muerte entre el Poder legislativo y el Poder ejecutivo; que andaban á la greña progresistas y federales; que Pavía capitán general de Madrid, estaba dispuesto a proteger a las Cortes llevándolas á los Carabancheles para que discutieran bajo su custodia y salvaguardia con absoluta independencia del Gobierno; que Sardoal reunía a los milicianos Plaza de Toros; aquel día de confusión espantosa, en que las [...] turbas federales se apoderaron del Congreso de los Diputados, y que se temía fuera, de duelo y de luto para Madrid, se cerró el café de Fornos, y Pavía quiso adoptarle como punto estratégico para sus operaciones militares."
1906
Después de la muerte de Manuel (Manolo) Fornos se sucedieron una serie de acontecimientos que pusieron fin al mítico establecimiento. Las desavenencias entre Manuel y la viuda de Murga, propietaria del local, que acabaron en litigios judiciales, además de notables cambios en las costumbres del negocio, propiciaron su cierre. Sin embargo, D. José (Pepe) Fornos, hermano del difunto, logró la abrirlo nuevamente.
LA ÉPOCA, 16 de marzo de 1906
EL IMPARCIAL, 17 de marzo de 1906
1908
El 7 de enero de 1908 cierra sus puertas, pero las vuelve a abrir el día 10. Una sentencia judicial que venía de los tiempos del difunto Manuel (Manolo), además de la decadencia que se venía notando, promovieron la caída del negocio. El deterioro y agonía tuvieron que ser muy amargos para José (Pepe) Fornos y su hermano Carlos.
(1) La casera, viuda de Murga.
1909
El 16 de agosto de 1909 vuelve a cerrar sus puertas. Las subidas del alquiler y las disposiciones del Sr. de La Cierva para que los cafés y tabernas cerraran temprano acabaron por minar al ya maltrecho café.
1910
El 4 de enero de 1910 abre sus puertas el Café Restaurante Labraña, en la calle de Alcalá, 23, "donde habían estado los famosos comedores del Fornos". El nuevo negocio era propiedad de Antonio Labraña, ex encargado del Café de Fornos. Así lo anunciaba La Correspondencia de España del 5 de enero.
El Gran Café
El País, del 4 de mayo de 1910, anuncia la apertura del Gran Café en el local que había ocupado el de Fornos. La inauguración se verificó la noche del 3 de mayo.
Durante mucho tiempo, gente y periodistas, continuarán llamando Fornos o antiguo Fornos a este nuevo café de tendencias más europeas.
El Gran Café cerrará sus puertas el 13 de julio de 1920. Así lo publica La Voz el día 14 de julio.
La Construcción Moderna, del 15 de marzo de 1920, anuncia:
Y aquí dejamos esta crónica que esperamos sea bien recibida, pues su intención no es otra que encajar bien las piezas de este puzle que es la historia contrastada del Café de Fornos.
Quizá sirva de poco, o no merezca ningún interés para el lector. Nosotros pensamos que es justo atribuir los papeles a quien le corresponden, que, como hemos visto, con los años las historias se van desvirtuando y se prestan a la confusión. Ese fue nuestro caso cuando, hace ya un tiempo, escribimos sobre este Café. Por eso rectificamos.
Biografías conocidas del Fornos
Algunas biografías que deben ser retocadas
Extraídas de algunos blogs que citan al Café de Fornos.
"La idea de ubicar allí un negocio de estas características fue del marqués de Salamanca pero sería su ayuda de cámara, el empresario José Manuel Fornos, el encargado de desarrollar y ponerse al frente del mismo tras su inauguración el 21 de julio de 1870. Pepe Fornos ya contaba con experiencia en la gestión de cafés pues no en vano era propietario del café Europeo, situado en la calle Arlabán, es decir, prácticamente cruzando Alcalá y adentrándose por la calle Ancha de Peligros, hoy Sevilla." Flaneando por Madrid
"El café de Fornos se inauguró el 21 de julio de 1870, por el empresario José Manuel Fornos (ayuda de cámara del Marqués de Salamanca)." Wikipedia
"Tras la muerte del empresario José Fornos en 1875, sus hijos acometieron una reforma del local que concluyó el 18 de octubre de 1879." Wikipedia
"[...]en mayo de 1909, volvería a abrirse con el nombre de Gran Café y con nuevo dueño: Marcelino Raba de la Torre. Se reanudaron las tertulias y las fiestas en los bajos del café. A pesar de ello en 1918 desaparece el Gran Café [...]" Wikipedia
"La Ilustración Española y Americana,se hace eco de la inauguración,el día 22 de Octubre de 1879 del CAFÉ FORNOS." memoriasclubdeportivodebilbao.blogspot.com
"El negocio lo montaron los hijos de Pepe Fornos, dueño del café Europeo situado en la calle Sevilla con el callejón de los Gitanos (calle de Arlabán), con el especial ahinco del mayor de sus hijos, Manolo Fornos, quien trasladó la filosofía del negocio paterno a la altura de la suntuosodad y el lujo que el momento y la potencial clientela requería." Urban Idade
"Tiempo después, Manolo, una noche, agazapado en uno de los reservados del café, se descerrajó un tiro en la cabeza que acabo con su vida." Urban Idade
"En 1904 uno de los hijos de Pepe Fornos, de nombre Manuel Fornos Colín, se suicidó en uno de los reservados y así empezó la decadencia del mítico café que pocos años más tarde (1908) echaría el cierre, aunque volvió abrir en 1909 con el nombre de Gran Café y con un nuevo dueño. En 1918 desapareció el Gran Café, [...]" manuelblasdos.blogspot.com.es
"Se abrió el 21 de julio de 1870 y se convirtió en el equivalente madrileño de Maxim en París o el Rector en Nueva York. [...] Su propietario fue Manuel Antonio Fornos quien no escatimó esfuerzos en decorar el nuevo local." La Librería (Historia basada en el libro "Historia y anécdotas de las fondas madrileñas". 2009. Besas, Peter)
Conclusiones
Nuestro tiempo ha llevado llegar a estas conclusiones habiendo contrastado toda la documentación posible y casi "a tiempo real".
Después de todo lo dicho, podemos deducir:
- Que Manuel Antonio Fornos y su mujer fueron los fundadores del Café de las Cuatro Naciones y del Europeo.
"El jueves por la noche volvió a abrir sus puertas al público el Café Europeo, que ha pasado a ser propiedad del Sr. Fornos, dueño del de las Cuatro Naciones."
"[...] estaba establecido en la calle de Sevilla, y en el mismo local que hoy ocupa el Inglés, un café de mucho crédito, denominado el Europeo."
- Que Manuel Antonio Fornos nunca pudo fundar el Café de Fornos, porque había fallecido antes de 1870.
"Anoche se inauguró el café de la señora viuda e hijos de Fornos, situado en la calle de Alcalá, esquina a la de Peligros [...]"
"A los invitados a la reunión de ayer obsequiaron la señora viuda e hijos de Fornos con amabilidad esquisita."
- Que Manuel (Manolo) Fornos nunca pudo ser hijo de José (Pepe) Fornos porque era su hermano.
"[...] Carlos, Manolo y Pepe, que, con su bellísima hermana, eran los hijos que había dejado Fornos, se sentaban son la respetable madre en la mesa de frente al mostrador [...]"
"Este matrimonio modelo dió mucho impulso al negocio del café. [...] Al mismo tiempo que prosperaba el negocio, se aumentaba la familia de aquel matrimonio modelo, y cuando murió el buen Fornos, que así se llamaba el marido, dejó un saneado capital, tres hijos varones y una hija hermosísima."
- Que Manuel (Manolo) Fornos no tuvo descendencia, como reza en su esquela:
"Sus hermanos D. Carlos y D. José; hermanos políticos, sobrinas políticas, demás parientes y testamentarios."
- Que tanto Manuel (Manolo), como José (Pepe), y más tarde Carlos Fornos, fueron propietarios del Café, aunque el último no tuvo tanto protagonismo.
- Que Manuel (Manolo) Fornos se suicidó de un disparo cercano al corazón a la edad de sesenta años, en 1904; es decir, que había nacido en 1844, esto nos indica que tenía entre 16 y 17 años cuando sus padres reinauguraron el Café Europeo.
"Recuerdo a Manolo-así se le llamaba-que era un buen muchacho y un buen carambolista: al empuje de Carlos y Manuel Fornos se debió que los padres crearan otro establecimiento más espacioso, El Europeo [...]"
- Que a la muerte de Manuel Antonio Fornos el Café Europeo lo regentaban Manuel (Manolo), José (Pepe) y Leonor Colín, madre de estos y viuda de Manuel Antonio Fornos.
- Que el Café de Fornos abrió sus puertas al público el 21 de julio de 1970, pero fue inaugurado el 20 de julio.
- Que el Gran Café se inauguró el 3 de mayo de 1910, y cerrará sus puertas el 13 de julio de 1920.
Fin de la historia
Pedimos disculpas si ha resultado tedioso el texto.
Lo mismo solicitamos si parece que hemos pecado de soberbia; en absoluto. Como ya hemos explicado, nuestra intención, humilde y sincera, ha sido recomponer la historia del Café Fornos.
Y para finalizar, aportando un toque elegante y divertido, estos versos de José Juan Cadenas publicados en Album Salón, la primera revista de ilustración española en color del año 1901:
FORNOS¡Ya verás cuando llegues á la Corte!¡Ya verás! — me decían en mi pueblo...—Irás á Fornos, el café de modadonde acude la crema, lo selecto,literatos, artistas, escritores...¡la espuma del saber y del ingenio! —Pero somos los chicos de provinciabastante impresionables, y por eso,al dejar mis montañas asturianasuna angustia cruel sentí en el pecho...Y al fin llegué á Madrid, la ilustre villa,colosal Babilonia de mis sueños...Recorrí los rincones de la Corte,admiré sus palacios y sus templosy quedé con estúpido entusiasmoembobado lo mismo que un paletoal ver bajar la bola cuando dabanlas doce en el reloj del Ministerio...Todo me entusiasmaba; lo veíacon aire complacido y satisfecho,y pasaba las horas dando vueltaspor la Puerta del Sol y Recoletos.Hoy pienso, avergonzado, qué diríanaquellos cariñosos compañeros,al ver entrar en Fornos una tardeá un tímido muchacho que, con miedo,ocupó un rinconcito en una mesa,llamando torpemente al camarero.¡Cuántos chistes harían á mi costa,derramando sus gracias tanto ingenio,mientras yo contemplaba silenciosolas figuras pintadas en el techo!¡Fornos! ¡Estaba en Fornos! ¡Pues poquitoque había deseado aquel momento!Adquirí relaciones enseguida;en aquella tertulia ocupé un puesto,y aprendí muchas cosas que ignorabay olvidé las costumbres de mi pueblo.Allí supe la vida de la Corte,allí burlonamente me dijeronque mi traje no estaba ya de modani lo estaba tampoco mi sombrero.Allí bebí cognac por vez primera,allí adquirí la fiebre del estreno,allí con el primer cigarro purome emborrache lo mismo que un cochero.Allí, al pasar artistas y escritores,mis alegres amigos me dijeron:—¡Mira...! ¡Fíjate bien! ¡Ese... es Fulano!—Y yo al verle decía:—¡Qué talento!—Allí adquirí, por fin, ideas rarasacerca del amor santo y eterno,y aprendí á conquistar á las mujerescomo cualquier Tenorio callejero...Y cuando, años después, cansado, un díavi mi imagen grabada en el espejo,al mirar mis bigotes retorcidosgracias á las tenazas del barbero,y al ver que por mi porte y por mi fachacasi casi parezco madrileño,pues me cuido del físico y procuroque se advierta en mis ropas cierto esmero;sin querer recordé la tarde aquéllaen que en Fornos entré como un paleto,y, agolpados, vinieron á mi mente,confusos y en tropel, dulces recuerdosde la aldea, del tiempo en que vivíasin ambición, ni envidias, ni deseos,de los seres queridos que impacientesquieren que les anuncie mi regreso;y cuando esto pensé, vi que dos lágrimasde mis ojos, cobardes, se cayerony antes que, avergonzado, las cubriese,mientras torpe sacaba mi pañuelodel bolsillo, en las guías del bigote,asustadas sin duda, se escondieron...¡Ay¡ En estos instantes de cansancio,al ver que lucho y lucho con denuedo,y, á pesar de mis luchas, nunca logroromper la medianía en que me encuentro,abatido y sin fuerzas pienso siempreen la plácida vida de mi pueblo...
FIN
© 2014 Eduardo Valero García - HUM 014-003 ESP CAFFORNOS-