Si estáis todavía de vacaciones o a punto de disfrutar de ellas, os propone estas dos fantásticas soluciones para que los viajes con niños sean más confortables para ellos y más cómodos para los papás.
Por un lado, una suave almohada que soporta tanto la delicada cabeza del niño como su cuello, así podrá echarse una siestecita hasta llegar a vuestro lugar de destino, sin dejarles dolor de cuello.
Las dos partes de la almohada se conectan mediante imanes para proporcionar un soporte frontal para la cabeza del niño (la barbilla), y así evitar las cabezadas durante los viajes en coche. Tienen dos lados, uno para invierno y otro para verano.
Son ideales para niños de entre 1 y 4 años.
Y por otro lado, un espejo de león, panda o rana que entretiene al bebé mirándose la carita, y también sirve para que los padres puedan verle en todo momento.
Gracias a su banda elástica, puede adaptarse fácilmente a cualquier asiento, lo que hace que se pueda instalar sin ningún esfuerzo.