Pues en este terreno de la investigación anda un científico hindú, Suhoy Guha, quien ya lleva muchos años, pero muchos, se habla de unos 30 años, ¡casi nada!, trabajando en un nuevo método anticonceptivo que podría ser una auténtica revolución en el control de la natalidad.
Se trata de unas inyecciones que puede hacer que los hombres dejen de ser fértiles sin la necesidad de la vasectomía, dicho sea de paso, método al que muchos recurren tranquilamente y que para otros, a pesar de quererlo, les provoca miedos, les provoca inseguridad la manera en que pueda repercutir en su respuesta sexual y, al final, lo rechazan.
Por ahora se conoce a este nuevo método como “inhibición guiada del esperma” (RISUG).
Los efectos de estas inyecciones son reversibles, a diferencia de la vasectomía que no es reversible en el 100% de los casos. ¿Pero qué es lo que hace dicho método?: “consiste en inyectar una especie de polímero (plástico), no tóxico, que bloquea los conductos seminales, para evitar el paso de los espermatozoides y que estos no sean válidos.”
En las pruebas hechas hasta el momento la efectividad del método ha sido del 100%, así que se prevé que en unos dos años sea una nueva alternativa dentro del mundo de la anticoncepción.