El Pasaje Noroeste del Ártico se ha abierto totalmente a causa del deshielo, dejando la vía abierta a una ruta entre Europa y Asia deseada durante mucho tiempo pero históricamente impracticable. El hielo ha disminuido en el Ártico a su nivel más bajo desde que comenzaron las mediciones por satélite hace 30 años. Una ruta marítima a través del Pasaje Noroeste en el Ártico canadiense se ha vendido como una posible opción más barata al Canal de Panamá para muchas navieras.
Ahora se crea una tremenda lucha por los derechos de soberanía en el Ártico:
Rusia, que recientemente plantó su bandera en el lecho marino del Polo Norte, ha estado reclamando sus derechos sobre una gran porción de la región ártica, muy rica en recursos, y con la esperanza de encontrar nuevas rutas marítimas además de petróleo y gas.
Canadá también ha estado presionando sobre su derecho de soberanía en el Ártico y ha anunciado planes para crear un puerto de aguas profundas en Nanisivik, cerca de la entrada este del Pasaje del Noroeste, lo que permitiría reabastecer de combustible a sus barcos de patrulla militares.
El deshielo del Ártico se ha combinado con la incesante búsqueda de fuentes de energía para provocar una nueva "fiebre del oro" en el Polo Norte, que incluso ha causado roces diplomáticos entre cinco países que comparten esta frontera: Estados Unidos, Canadá, Rusia, Noruega y Dinamarca.
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