Hoy, sale una nueva encuesta en la que situa al Partido Socialista a 16,5 puntos de distancia del Partido Popular, a favor de este. Los populares obtendrían el 47,9% de los votos y los socialistas el 31,4%. Si esto se confirmara, sería el peor resultado de toda su historia.
Lo más curioso de ello es que el presidente Zapatero, con un fuerte ataque mesiánico, considera que sus políticas son las únicas posibles y que él está dispuesto a "sacrificarse por la ciudadanía". No se si los barones socialistas que van a validarse en las próximas municipales y autonómicas estarán de acuerdo con su líder.
De todo esto, hay algo muy positivo que sería mucho más con otra ley electoral, sin lugar a dudas. Izquierda Unida se presentaría como la fuerza, tras el PP, que mayor rentabilidad obtendrá de la sangría de votos de los socialistas. Vería aumentar su cosecha de votos desde el 3,8% que consiguió en marzo de 2008 hasta un 6,2%.
El presidente Zapatero, su Gobierno en pleno, y sus políticas antisociales son los únicos responsables de facilitar la llegada del PP a la Moncloa y esa será su gran aportación a la historia.
Se me ocurre que si hubiera tenido otra visión y hubiera apoyado el cambio de la actual e injusta ley electoral, es muy probable que la situación sería distinta, muy distinta ya que habría en el congreso una fuerte bancada de izquierdas que pudieran hacer frenta al desembarco popular, temido, dicho sea de paso, por todos los votantes de izquierdas.