El corazón que ahora llevo no consigue dar sentido al rincón donde habita esa descarada ausencia que sin doblegarse, se regodea triunfante. Perforadas las entrañas, se complica salir indemne. Con la apática intervención tardía de lo que no quiso ser visto, me veo obligada a alimentar hogueras y tal vez, sólo tal vez, ese sea el resplandor que me guíe. Hay un nuevo mapa para llegar a mi alma.
Silvia AG