Nueva sección: «Un libro, un relato» | Hermoso Caos

Publicado el 06 abril 2015 por Lurei Book @lureibook
Queridos lectores:

¡Hoy ya es lunes! (Sollozos). Mañana empiezan las clases (al menos para mí) y de vuelta a la rutina. Adiós vacaciones, adiós descanso, adiós Semana Santa >_<Después de este inicio dramático... Os traigo una nueva (sub)sección. Se titula «Un libro, un relato». En ella podréis leer relatos basados en los títulos de los libros que estoy leyendo. No tienen por qué tratar el mismo tema del libro, ni tener los mismos personajes. Son relatos originales.

Para estrenarla, a continuación os dejo el primer relato: 


Hermoso Caos



La luz del sol me obliga a abrir los ojos. Mis pestañas se enredan. Mi boca se abre para emitir un silencioso bostezo. Mis extremidades se estiran perezosamente. Decido levantarme antes de que la vagancia pueda conmigo. 

De repente, recuerdo su mirada. Fría, intensa. Un escalofrío me recorre la columna. Dijo que lo hablaríamos todo hoy por la mañana. 

– ¡Oh, mierda! 

Me desvelo a la velocidad de la luz. Salto rápidamente de mi cama y corro hacia la entrada. Dibujo sobre la madera de la puerta el símbolo de bloqueo mientras pronuncio el hechizo correcto. 

– ¿No me ibas a dejar entrar? – pregunta fingiendo estar indignado. 

Me doy la vuelta sorprendida. Aunque no debería haberme sorprendido. Si de verdad es un Cazador, tiene las habilidades necesarias para entrar en mi casa sin que me entere... Y para hacer mucho más. 

No entiendo cómo no me he podido dar cuenta. Sus ojos son demasiado oscuros para ser humanos, sus pupilas se... ¿están volviendo claras? Casi traslúcidas. ¡Cualquier persona normal se habría percatado de ese detalle! 

– No si le ocultas sus ojos en el momento preciso. 

Su voz es demasiado grave, muy... inhumana. Propio de los Cazadores. Me cruzo de brazos, manteniendo las distancias. 

– ¿Vas a matarme o qué? – pregunto escéptica.

De su interior sale una carcajada más parecida a un suspiro forzado. 

– ¿No crees que ya he tenido múltiples ocasiones, Celia? 

Su respuesta me abruma durante unos segundos. Solo unos segundos. 

– ¿Desde cuándo sabes que soy una Cambiante? 

– Desde que intentaste matarme hace unos meses en Alemania. 

Recuerdo perfectamente aquel día. Paseaba con mi hermano por las calles de un pueblo muy tranquilo cuando sufrimos un ataque de dos Cazadores. Era de noche, por lo que no pude verles el rostro. 

– No tenía este aspecto. – replico.

– Lo sé. Pero hueles igual. – argumenta pacientemente. 

La tensión acumulada en mi cuerpo se disipa poco a poco. Vale. No va a matarme. Si no, ya lo habría hecho. Entonces... ¿Qué hace aquí? Es todo muy frustrante. El hecho de descubrir que tu novio, con el que llevas saliendo semanas, es un Cazador Natural entrenado desde niño para matar a los de mi especie... Se convierte en una situación muy complicada. Sobretodo si él ya sabía desde el principio quién soy y qué soy. 

– Celia, no voy a matarte. Tampoco te entregaré a mi familia. – dice pausadamente empleando un tono de voz tranquilizador – por nada del mundo te haría sufrir. – añade en un susurro. 

A pesar de que mi corazón amenaza con salirse de mi pecho, consigo articular palabra.

– ¿Sabes lo que estás diciendo? ¿Sabes las consecuencias que te puede, que nos puede ocasionar esto? 

Asiente con la cabeza.

– Soy consciente de ello. Aún así, quiero que sepas que estoy dispuesto a defenderte de cualquier Cazador que ose ponerte una mano encima, pero necesito saber tu opinión. Si no deseas seguir conmigo solo tienes que decirlo, y me iré de tu vida para siempre. 

Enarco las cejas.

– ¿Para siempre? ¿Crees que esto es cuestión de si yo quiero estar o no contigo? Existen unas fronteras que no deberían ser traspasadas. ¡Por Dios, no te das cuenta! Tú eres un Cazador y yo soy una Cambiante. – exclamo demasiado alto – ¿Por qué no te entra en la cabeza?

Con la espalda contra la puerta, dejo caerme hasta quedarme agazapada, hecha un ovillo. No por miedo, sino por la locura que voy a cometer. 

– Supongo que te ocurre lo mismo que a mí. – murmuro más para mí misma que para él – porque a mí tampoco me entra en la cabeza. No entiendo que la muy tonta de mí te quiere. 

Levanto la mirada y me encuentro con su sonrisa. Una sonrisa de alivio y de alegría. En mi interior una vocecilla me dice que acabo de abrir una puerta hacia el mismísimo Caos. El Caos entre dos mundos ajenos a la especie humana. Sin embargo, cuando le miro pienso: "es un Hermoso Caos".