Nueva York de cine: 'Los Cazafantasmas 2' (1989)

Publicado el 17 octubre 2012 por Reyloren
Un museo terrorífico. 'Los cazafantasmas', estrenada en 1984, supuso un hito de la cultura popular. Aparte de cosechar un gran éxito en taquilla, hizo de sus personajes verdaderos iconos del cine de los 80. Por eso, a nadie sorprendió que cinco años más tarde llegara a la gran pantalla 'Los cazafantasmas II'. Sin embargo, como a veces ocurre con las secuelas, este filme decepcionó tanto a los admiradores de la primera película como a quienes no la habían visto. Para estos últimos, la cinta de Ivan Reitman resultaba entretenida sólo a medias. Para los primeros, se limitaba a repetir los gags de 'Los cazafantasmas' sin aportar un solo elemento original. No obstante, para los que, como yo, se han empeñado en dibujar un recorrido por Nueva York a través de sus lugares de rodaje, 'Los cazafantasmas II' es un título imprescindible.

La película
La acción de 'Los cazafantasmas II' arranca cinco años después del final de la primera parte. Tras causar un sinfín de destrozos en el 55 de Central Park West, el grupo se ha disuelto y la opinión pública prácticamente se ha olvidado de ellos. Peter Venkman (Bill Murray) presenta un programa de televisión sobre ocultismo, Egon (Harold Ramis) investiga conductas en la Universidad, y Ray (Dan Aykroyd) y Winston (Ernie Hudson) se ganan un dinero extra animando fiestas con sus trajes de Cazafantasmas. Pero los cuatro se reúnen de nuevo cuando Dana Barrett (Sigourney Weaver) experimenta un suceso paranormal: el cochecito de su bebé (que, por cierto, no es de Venkman) adquiere vida propia.

A partir de ahí, la trama avanza de manera muy similar al primer filme. Esto es:
  1. Dana pide ayuda por un problema con fantasmas: el frigorífico en la primera película, el cochecito en la segunda.
  2. Dana quien, por cierto, tiene un admirador poco atractivo: el vecino en la primera, el restaurador en la segunda.
  3. Los Cazafantasmas comienzan a trabajar sin que nadie parezca tomarles en serio: la ausencia de llamadas en la primera, el juicio en la segunda.
  4. Hasta que demuestran su valía: el hotel en la primera, el juicio en la segunda.
  5. Y un rápido montaje enseña qué ocupados están de repente.
  6. Incluso tienen un anuncio de televisión: éste en la primera y éste en la segunda.
  7. Al mismo tiempo, Venkman intenta conquistar a Dana y consigue una cita.
  8. Pero las cosas se complican y esa misma noche los Cazafantasmas son apresados y su trabajo interrumpido: por el inspector de Medio Ambiente en la primera y por el asesor del alcalde en la segunda.
  9. Y Dana se ve envuelta en la llegada del nuevo orden de terror: poseída en la primera, y por voluntad propia (para rescatar a su hijo) en la segunda.
  10. Pero no está sola: le acompaña su admirador y el nuevo ser maléfico que está a punto de renacer.
  11. Entonces los fantasmas invaden Nueva York y el caos estalla en la ciudad.
  12. Por lo que el alcalde decide liberar a los Cazafantasmas.
  13. Y, en la batalla final, un ser de gran tamaño juega un papel relevante: el muñequito de los Marshmallows en la primera y la Estatua de la Libertad en la segunda.
  14. Y Ray comete un error que por poco acaba con la misión: pensar en el muñequito en la primera y dejarse poseer por Vigo en la segunda.
  15. Pero todo acaba bien: el villano es destruido, Peter y Dana se besan y la multitud agolpada a las puertas del edificio recibe a los Cazafantasmas como héroes.

Lo dicho, 'Los cazafantasmas II' copia el argumento de su predecesora punto por punto, lo que elimina uno de los factores decisivos del éxito de aquélla: su originalidad. Aún así, el filme tampoco está mal para pasar un rato agradable, recordar escenas míticas como la llegada del Titanic al puerto o el grito de Winston cuando le atropella un tema fantasma. Además, escuchar el inolvidable 'Ghost busters!' siempre se agradece.
Las localizaciones
Alexander Hamilton US Custom House
Este edificio levantado en 1907 alberga el Museo Nacional de los Indios Americanos y el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Nueva York. En su origen, sin embargo, sirvió de casa de aduanas, de ahí su nombre (US Custom House = Casa de Aduanas de los Estados Unidos). Y mucho antes, en ese mismo lugar se alzaba el Fuerte Amsterdam, sede administrativa del imperio holandés primero y después del británico en Nueva York, cuya construcción marca la fundación de la ciudad. Hoy, el US Custom House es Monumento Histórico Nacional, cuenta con una espectacular bóveda y cuatro estatuas a la entrada que representan los continentes. Puede visitarse para entrar al museo.
En 'Los Cazafantasmas II', el edificio acoge el ficticio Museo de Arte, donde el malvado Vigo tiene previsto volver a la vida.


La Estatua de la Libertad
El símbolo ya no sólo de Nueva York, sino de todo Estados Unidos. La gran dama de cobre que se alza 93 metros sobre el suelo fue un regalo del gobierno francés al estadounidense con motivo del centenario de su independencia. Obra del escultor Frédéric-Auguste Bartholdi, tardó 20 años en convertirse en realidad a causa de la falta de recursos económicos. Finalmente, fue inaugurada en 1886 (10 años después del centenario). La estatua fue realizada en Francia y de allí trasladada al otro lado del Atlántico en 214 cajas. El pedestal, en cambio, fue construido en Estados Unidos. Desde 1984, es Patrimonio de la Humanidad, pero desde mucho antes, ha representado la libertad que esperaban encontrar los millones de emigrantes que pasaban junto a ella antes de desembarcar en la Tierra de las Oportunidades. Las visitas incluyen la subida a la corona, aunque hay que reservar con un año de antelación. La mayoría de los turistas optan, en cambio, por admirar la estatua desde el ferry gratuito que conecta Nueva York con Staten Island.
En 'Los cazafantasmas II', Lady Liberty es el símbolo de la unión entre las personas que necesita la ciudad de Nueva York para hacer frente a la maldad que amenaza con apoderarse del mundo. Por eso, los protagonistas emprenden un viaje subidos a su corona para al villano. La imagen de la estatua cruzando la bahía de Nueva York al ritmo de 'Higher and higher' no tiene precio. Sobre el estado en que queda tras la 'batalla', mejor no preguntar.