Los niños han vuelto al cole, dándonos una lección de inteligencia emocional superlativa.
La reportera intrépida se acerca a un niño con una mascarilla de Spiderman. ¿Qué piensas de que tengáis que llevar la mascarilla? Cada niño le da una respuesta diferente :
-. Prefiero llevar la mascarilla, pero ver a mis amigos en el cole.
-. Si llevamos la mascarilla, no tendremos que volver a estar en casa y no le pasará nada a los abuelos.
-. Si ahora la llevamos, habrá un día en la que nos la podremos quitar porque ya no habrá virus.
En esas edades , en las que aún no hay rasgos preadolescentes, los niños son seres puros empáticos y eficientes en su comportamiento. Al llegar al cole, lo hacen todo sin grandes aspavientos : entran en filas ordenadas, les toman la temperatura, los separan en grupos más pequeños y se despiden de los amigos con el codo (- que-ahora-ya-no-y-hay-que-llevarse-a-la-mano-al-corazón-), respetan las distancias en el recreo…Hay de todo, niños obedientes y desobedientes, tranquilos y nerviosos, pero, en su conjunto, se comportan con resignación alegre.
Y, ante alguna de las respuestas, detrás de mascarillas con arcoíris y nubes, hay veces que me planteo lo maravilloso que sería oírlos en el Parlamento …La lección de lógica y sencillez para afrontar y resolver los problemas que nos darían a los que nos llamamos adultos, sería apabullante.