El día 18, en la Prisión de Huntsville (Texas), fue ejecutado el afroamericano Gregory Russeau, de 45 años, por el asesinato en 2001 de un mecánico de 75 años. El caso se remonta al 30 de mayo de 2001, cuando Russeau asaltó al mecánico James Syvertson para robarle el coche, la billetera y otras cosas del taller. La autopsia determinó que le golpeó con un ladrillo en la cabeza. Fue detenido horas después por conducir bajo los efectos del crack y la cocaína. Fue condenado a muerte un año más tarde.En una entrevista reciente, Russeau acusó a la Policía de orquestar un montaje con las pruebas: "Todos los miembros del jurado eran blancos, él era un anciano de 75 años y yo un drogadicto negro", dijo. Desde 1988, con 19 años, Russeau había pasado períodos intermitentes en prisión por asaltos y robo de vehículos.En lo que va de 2015, Texas ha ejecutado a nueve presos, más de la mitad de los 17 de todo el país. Mientras el Tribunal Supremo debate sobre el uso de la inyección letal, en el estado de Texas se han previsto las siguientes seis ejecuciones para los tres próximos meses:
CRÓNICA DE VERANO DE DAVID VILLALOBOS