El trabajo bioespeleológico era el localizar algunas especies de interés para realizar fotos en el medio subterráneo para una futura publicación, pero no hemos tenido éxito debido a la gran sequedad de la cavidad... Volveremos a repetir cuando vuelvan las lluvias (ojalá que sea pronto).
Además se ha comenzando a enseñar a Rocío Tíscar, de 14 años de edad, en el montaje y desmontaje de las cuerdas y anclajes para el descenso y ascenso vertical, con muy buenas sensaciones.
Y por último, también se ha localizado con GPS una cavidad explorada hace años, pero que no teníamos las coordenadas para nuestro inventario. Jornada intensa desde bien temprano para evitar las horas de máxima radiación solar, y por tanto de calor, bien aprovechada y con todos los objetivos marcados realizamos.
Otros compañeros han estado en el término municipal de Cazorla prosiguiendo el pateo para la localización con GPS de algunas cavidades, pero eso lo contaremos en otra ocasión, porque también debemos volver a intentar explorar algunos agujeros que se han visto.