Nuevas formas de organizar el trabajo: el taylorismo

Por Pedro

F. W Taylor. WIKIPEDIA

En la segunda fase de la Revolución Industrial aumentó mucho la productividad industrial debido a los extraordinarios avances técnicos incorporados a la producción y a la nueva organización del trabajo que comienza en las grandes empresas y, poco a poco, en mayor o menor grado, se va extendiendo al resto. De esto me voy a ocupar en esta entrada.
Fue F. W. Taylor quien esbozó los principios de una nueva organización del trabajo buscando un mayor aumento de la productividad de la mano de obra lo que llevó a una auténtica deshumanización del mundo del trabajo. Taylor fue un obrero en una empresa siderúrgica de Filadelfia ascendido a jefe de un taller de maquinaria. Presumía conocer la holgazanería de sus antiguos compañeros y como aumentar la productividad. Dio a conocer sus ideas en varias publicaciones, especialmente en  "Principios de la administración científica" (1911). Su método, que es un paso más en el antiguo concepto de división del trabajo, se ha denominado taylorismo.
Principios para la implantación del taylorismo para la nueva organización del trabajo:
  • Análisis del trabajo y su planificación. Determinación de las diferentes tareas a realizar, determinar el método más eficaz de ejecución y las herramientas necesarias.
  • Selección y preparación del personal para realizar las diferentes tareas. Disponer del entrenamiento necesario. Asignar los trabajadores a las tareas para las que están más cualificados según sus capacidades.
  • Determinación del tiempo necesario para cada tarea, cronometrar.
  • Implementación de unas retribuciones salariales que incentivasen la consecución de las metas marcadas.
  • Cooperación entre trabajadores, empresarios y mandos intermedios. Cada uno debe ejecutar su tarea de manera eficaz para que todo funcione.

ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO SEGÚN TAYLOR

  1. Debe buscarse a diez o quince obreros que sean particularmente hábiles en la ejecución del trabajo a realizar.
  2. Debe definirse la serie exacta de movimientos elementales que realizará cada obrero y los instrumentos de trabajo que empleará.
  3. Debe determinarse, mediante cronómetro, el tiempo necesario para realizar cada movimiento fundamental y elegir la forma más simplificada de realizarlo.
  4. Deben eliminarse todos los movimientos inútiles, mal planificados e ineficaces.
  5. Una vez suprimidos los movimientos inútiles, hay que reunir en una secuencia los movimientos más rápidos y los que permiten utilizar de forma más eficaz los materiales

“Principios de dirección científica de la empresa”

La película Tiempos Modernos (1936) es una buena sátira de este sistema de deshumanización del trabajo propuesto por Taylor. En sus primeras escenas aparece el reloj, el cronómetro de Taylor.