Nada más comenzar el vuelo estas mariposas comienzan su ciclo reproductor, poniendo los huevos en las plantas de ortiga, ya que forman parte del grupo de ninfálidos que tienen a la ortiga como planta nutricia. Tras dos meses de desarrollo las orugas se han convertido en mariposas de una nueva generación, continuando el ciclo de la vida, que pongo aquí en unas fotos.
Estos días he podido ver por las sierras de Tineo y Salas, como está ocurriendo por toda Asturias, ejemplares de esta primera generación anual. Algunos de ellos emigrarán al norte de Europa, ya que son especies migradoras, otras se quedarán aquí, y todas ellas continuarán el ciclo reproductor para dar origen a una segunda generación de mariposas que serán las que intenten sobrevivir a un nuevo invierno.